El presidente de la República, Yamandú Orsi, estuvo presente este martes en el almuerzo de cierre de ciclo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) y dio un discurso, en el que analizó el primer año de su administración.

El mandatario inició reconociendo los tropiezos comunicacionales que marcaron el arranque del período: “Algunas de las noticias más importantes con respecto a la figura del presidente fueron el tropiezo discursivo y los desvíos comunicacionales. Quiero que sepan que, si tropiezo, lo voy a seguir haciendo. Así va a hacer mi tónica de acá a cinco años”.

Por otro lado, afirmó que gobernar “exige hacerse cargo de la realidad” y señaló que, al asumir, encontró un escenario fiscal más complejo del previsto.

Detalló que, “en lo fiscal, los números mostraban una realidad un poco más dura de lo esperado. El déficit real rondaba el 4% del PIB, bastante más por encima de lo que suponíamos en el 2024. Junto con eso, aparecieron deudas postergadas, obligaciones que no estaban registradas con claridad”.

También apuntó a que “parte de la foto fiscal de los últimos años se había sostenido adelantando ingresos futuros”, lo que generó alivio momentáneo pero dejó compromisos para su administración. A eso, “se suma el hecho de que las cuentas del Estado uruguayo en Luxemburgo, situación que se superó, pero que generó preocupación”, afirmó.

Con respecto a la realidad social, Orsi remarcó la gravedad del aumento de la pobreza infantil, que llegó al 20% en 2024. Subrayó que esto obliga a un enfoque para trabajar en la “revolución de las cosas simples, pequeñas transformaciones prácticas, que bien hechas cambian las vidas de las personas; es ordenar, facilitar y resolver”.

También puso foco en la situación del sistema sanitario. Mencionó que algunos prestadores de salud atravesaban dificultades económicas y que persistía la falta de medicamentos, además de una “cifra récord” de juicios contra el Estado. Según explicó, el gobierno logró mejorar el acceso a fármacos mediante un sistema ordenado y equipos coordinados. Respecto a la atención médica, afirmó que “las esperas empezaron a descender tras un plan de choque, que amplió horarios, reforzó equipos y reorganizó agendas”, con el objetivo de avanzar hacia “una salud de calidad y sin esperas”.

El presidente aseguró que una de sus prioridades fue articular al aparato estatal: “Otra de las decisiones fue articular al Estado. Uruguay tiene una fuerte tradición de institucionalidad, pero también sufrimos muchas veces la fragmentación, cada organismo por su lado y cada ministerio con su propia agenda. Yo quiero romper con esa lógica y construir un Estado que trabaje como un solo cuerpo”.

En materia de trabajo, destacó que el empleo muestra señales de mejora. “Hoy Uruguay tiene más gente trabajando: la tasa de empleo se encuentra en su mayor nivel en los últimos diez años, con el 6%”, sostuvo, y añadió que la desocupación bajó a “niveles que no se veían desde hace años”. Aseguró que “eso no es casualidad: es el resultado de un marco macroeconómico responsable, de un clima de confianza y de iniciativas concretas de inversión pública y privada”, lo que habilita al gobierno a ser “cada vez más optimista”.

También destacó el funcionamiento de la negociación colectiva, al afirmar que existe un alto nivel de acuerdos entre trabajadores y empleadores: “De más de 100 mesas de negociación, 30% ya cerró un acuerdo con la pauta presentada por el Ejecutivo y otro 30% está en vías de concretarse. Esto demuestra madurez, responsabilidad y un objetivo compartido: que el trabajo sea un espacio de dignidad y progreso”.

En cuanto a los salarios, señaló que la prioridad del Ejecutivo fue clara: “acelerar el crecimiento de los salarios sumergidos y asegurar que el resto de las franjas salariales no pierdan poder de compra”.

La educación tuvo un lugar central en el discurso. Orsi afirmó que “es el corazón del proyecto país” y que el gobierno avanzó en tres frentes para que ningún niño quede atrás. Recordó la creación del bono escolar, que llegó a 114.000 niños, un apoyo que, indicó, “garantiza presencia y que la pobreza no sea una barrera para aprender”. Además, destacó el impulso a las becas Butiá, al afirmar que “el gobierno anterior lo utilizó bien, pero [su] obligación es hacerlo mejor”; el objetivo es otorgar 70.000 becas durante el quinquenio. También anunció que, “desde el próximo mes de marzo, estudiantes de Secundaria y UTU recibirán alimentación en su propio centro de estudio”.

El mandatario mencionó también el programa Crece Desde el Pie, orientado a asegurar que todos los recién nacidos lleguen a hogares con condiciones mínimas garantizadas.

En el cierre, mencionó: “Queremos que se invierta más en Uruguay y que redunde en más esperanza y más felicidad para los uruguayos. Eso no lo consigue la magia del desparramo, tampoco la fantasía del Estado omnipresente. Es confianza y apostar al diálogo una y otra vez”.