Tanto Fiscalía como el Ministerio del Interior coinciden en que es difícil que el exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, haya podido utilizar el sistema de espionaje El Guardián.

La Diaria informó que Astesiano, llamado el Fibra por sus conocidos, intercambió mensajes con un empresario que produce trigo y soja para Argentina, Paraguay y Uruguay.

En una parte de la conversación, el excustodio escribió: “Pará que estoy mirando algo con el jefe de Inteligencia. Señor, habilitamos 5.000 carecieras [coincidencias] de El Guardián con los teléfonos. Ninguno arroja ningún vínculo o maniobras y ninguno en 100 días para atrás tiene contacto con personas de Prexpol o los celulares mencionados”.

Luego de conocida la información divulgada por el citado medio, tanto la fiscal del caso, Gabriela Fossati, como el Ministerio del Interior salieron a hacer aclaraciones que estuvieron en la misma línea.

Fossati, quien hizo llegar su mensaje a través de la dirección de Comunicación de Fiscalía, afirmó que “no hay certeza de que en el caso de los pasaportes se haya utilizado El Guardián”.

“El hecho de que alguien haga alarde de que puede hacer tal cosa no quiere decir que efectivamente lo haya hecho”, agregó en el mensaje.

En tanto, la secretaría de Estado fue más contundente e hizo hincapié en que el sistema de espionaje da “plenas garantías de que solo mediante la intervención de un fiscal y de un juez competente se pueden llevar adelante las escuchas telefónicas”. Es “imposible” hacerlo de otra forma, según Interior.

En el comunicado se agrega que los reportes de las interceptaciones legales “son auditados permanentemente por la Suprema Corte de Justicia”. “Sugerir, mencionar o afirmar que existen intercepciones legales sin orden judicial es totalmente falso”, advierten.

Cómo funciona El Guardián

La herramienta, adquirida por compra secreta en 2013, permite espiar y monitorear la comunicación privada de cualquier persona con previa autorización judicial.

Este visto bueno debe ser dado por un juez, para que luego sea elevado a las empresas de telecomunicaciones, quienes habilitan las escuchas pertinentes. El software es considerado un “Gran Hermano” para la delincuencia, porque tiene la capacidad de escuchar y leer todas las interacciones telefónicas, vía mail y redes sociales.

En el último tiempo ha sido una herramienta clave para combatir el narcotráfico y achicar la brecha tecnológica con este tipo de delincuencia.

Grosso modo, el proceso es el siguiente: un policía solicita que se utilice El Guardián, un fiscal —luego de analizar si hay méritos— da una vista favorable a dicha solicitud y un juez lo autoriza. En todo el proceso, estas personas deben firmar digitalmente para avanzar, además de exponer los motivos de por qué entienden que la herramienta debe ser utilizada en cada caso.

Cuando los pasos se cumplen, las empresas de telecomunicaciones e internet comienzan a realizar las escuchas, que luego son informadas a la policía. Esto, en palabras de una fuente del ministerio, no se puede hacer sin orden judicial mediante.

“Cuando el documento llega [a las empresas] es que se ejecutan las medidas pertinentes. No lo podés hacer solo teniendo contactos en la policía”, agregó.

En el momento en que la administración de Eduardo Bonomi dio a conocer la medida, diputados y senadores de la oposición de aquel entonces cuestionaron las garantías de El Guardián.

Incluso, cuando el exministro fue convocado a la Comisión de Constitución y Códigos de Diputados utilizó el mismo argumento que hoy Fiscalía y la cartera están dando: “Solo se utiliza con autorización judicial”.

Este año el gobierno adquirió, también por compra secreta, una actualización de El Guardián que permite nuevas funcionalidades y más usuarios a la vez.