Semanas atrás, una abuela estadounidense se transformó en éxito viral al convertir a su esposo en víctima de un truco que, pese a ser viejo, parece conservar el encanto de los clásicos.

El expediente es sencillo: el mago coloca una moneda sobre la mesa, y encima deposita una botella de plástico llena de agua y sin tapa. Luego asegura que logrará que la moneda pase al interior de la botella o -como en caso del presente video- desaparezca.

La segunda parte consiste en invitar a la víctima a comprobarlo, acercando el ojo al pico de la botella. Es entonces cuando la colaboración se paga con una brusca salpicadura en pleno rostro.

Sin embargo, y tal como se aprecia en las imágenes, el chasqueado no se tomó a bien la broma, y reaccionó en consecuencia.