Tras más de un año de trámites regulatorios y logísticos, el medicamento Ozempic estará disponible en el mercado uruguayo a partir de la próxima semana. La autorización oficial del Ministerio de Salud Pública (MSP) fue concedida en agosto de 2024, pero su comercialización efectiva se había demorado por cuestiones vinculadas a la importación, la cadena de frío y el etiquetado local.
Ozempic, desarrollado originalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, ganó notoriedad global en los últimos años por su uso fuera de indicación médica primaria (off-label) como supresor del apetito, lo que lo convirtió en el fármaco más vendido del mundo para pacientes con obesidad. Esta doble aplicación generó una fuerte expectativa en Uruguay, especialmente en farmacias y consultorios endocrinológicos.
Un producto con alta demanda y distribución irregular
Hasta ahora, muchos uruguayos accedían a Ozempic a través de compras en el exterior, especialmente en zonas fronterizas como el Chuy o Buenos Aires. Sin embargo, estas adquisiciones informales no cumplían con los requisitos de cadena de frío y conservación que exige el producto, lo que implicaba un riesgo sanitario y limitaciones para el seguimiento clínico adecuado.
La venta formal estará a cargo del laboratorio Megalabs, que confirmó que la distribución cumplirá con los protocolos de refrigeración y trazabilidad necesarios para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.
Un medicamento entre la ciencia y la polémica
La popularidad de Ozempic se disparó en los últimos años tras reportes que mostraban su efectividad para la pérdida de peso. Esto llevó a que muchos medios internacionales lo apodaran como la “droga mágica para adelgazar”. No obstante, especialistas advierten que no debe utilizarse como sustituto de hábitos saludables, ni sin supervisión médica.
“Ozempic está indicado principalmente para personas con diabetes tipo 2. Su uso para bajar de peso debe ser evaluado en cada caso, y dentro de un abordaje integral de la obesidad”, señalaron fuentes médicas consultadas.
Desde el MSP, en el momento de su autorización, se valoró que el medicamento estaba “respaldado por investigaciones de vanguardia” y que constituía una herramienta valiosa cuando es prescrita con criterio clínico.
Con su llegada a farmacias locales, se espera que mejore el acceso bajo condiciones seguras, pero también que se profundice el debate sobre su uso responsable, su impacto en la salud pública y su disponibilidad en el sistema de salud.