Odebrecht, de 49 años, cuyas confesiones hacen tambalear a varios gobiernos en América Latina, fue trasladado en un automóvil 4x4 de color negro, con escolta, hasta el juzgado de primera instancia donde debe colocársele una tobillera electrónica. Desde allí debería dirigirse a su domicilio en Sao Paulo (sudeste), de donde no podrá salir más que en contadas ocasiones y recibir un número limitado de visitas.

AFP