Docente de Economía en la Universidad de la Empresa (UDE), ingeniero comercial y ferviente defensor de las ideas y la gestión del presidente argentino Javier Milei, Gonzalo Nova es un outsider absoluto. Es desconocido para la opinión pública y no tiene experiencia alguna en la política, pero hoy es uno de los principales dirigentes del recién nacido La Libertad Avanza Uruguay, que a fines de setiembre de este año fue reconocido como partido político por la Corte Electoral.

Su perfil contrasta con el del fundador y cara más visible del neófito partido, Nicolás Quintana, quien empezó militando en el Partido Nacional, fundó el Partido Uruguay, volvió a filas nacionalistas, luego pasó por el Partido de la Gente y al final estuvo en Cabildo Abierto, en donde fue el community manager del general Guido Manini Ríos, hasta que importó el partido de Milei al Uruguay hace unos meses.

Nova, sin embargo, no tenía nada que ver con la política partidaria hasta ahora. “Este año decidí meterme de lleno por el rumbo que tomamos los uruguayos. Ya la veía venir, pero, por el tipo de gobierno que se eligió, decidí meterme de lleno en la batalla cultural y salir del aula”, explicó a Montevideo Portal.

La “batalla cultural”, ese concepto gramsciano resignificado hoy por la derecha libertaria tuitera, es exactamente lo que Nova dice que está librando por dos frentes: su activo perfil en X y su blog sinfronteras.exeshopp.com.

Sobre el primero, el profesor universitario comparte a diario memes y contenidos libertarios que, en ocasiones, son insultantes. Por ejemplo, el pasado 4 de octubre retuiteó un comentario de un usuario que, a su vez, compartía un posteo sobre un niño israelí secuestrado y asesinado por Hamás. “¿No arman botecitos de papel por este niño? Zurdos de mierda”, se lee.

Su explicación: “A veces uno comparte algo que tiene un entorno o un contexto. Yo no soy mal hablado, salvo cuando veo el recibo de sueldo y veo que el Estado nos roba más de la mitad”.

Y, aunque dice que él no se vería insultando a un rival político, admite que compartió en redes sociales una frase del presidente argentino que se hizo viral: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”.

De este modo, defiende el tono combativo de Milei y su entorno digital. “Él responde a agresiones previas. Lo atacaron de todas las formas posibles. Lo trataron de loco, de incestuoso, de zoófilo. Es lógico que reaccione”, justifica.

“Hay que ver a quién le habla de forma descalificada y a quién insulta. No nos olvidemos de que Milei está tocando muchos intereses de muchos años y hay muchos recursos en juego. Entonces hay que atacarlo para bajarlo. Medio difícil que puedan, porque la gente ya entendió por dónde viene la mano”, opina.

Por otra parte, en su blog presenta “la realidad económica analizada desde el punto de vista de la Escuela Austríaca”, a la que define como “una metodología científica”.

“El método austríaco se fundamenta en el accionar del individuo. Y, por ejemplo, entendemos que la sociedad no existe”, detalla, y ejemplifica con el concepto de “mercado”. “A veces se piensa que los mercados son élites o que son grupos específicos, pero mercados somos todos. La idea es que no hay una discrepancia de poder de fondo, salvo que el Estado esté metido. Por ejemplo, Bill Gates, Jeff Bezos o Elon Musk, que son de los hombres más ricos del mundo, son ricos porque nosotros los hicimos ricos. Nosotros, los consumidores, eligiendo sus productos”, alude.

“Suponete que mañana nadie quiere un Tesla o nadie quiere consumir productos de Microsoft. Esas personas van a la quiebra. Pero, ojo, que muchas veces hay empresas grandes que están siendo sostenidas por el gobierno o por los gobiernos. Entonces, no todo es libre mercado; eso es lo que hay que tener en cuenta”, razona.

En esta línea, Nova se declara abiertamente anarcocapitalista, una corriente que propone eliminar el Estado como mediador entre las personas. “Podemos funcionar bien sin el Estado”, dice, y añade: “No precisamos que esté en el medio para hacer acuerdos ni para organizarnos”.

En la práctica, coincide con Milei en el “minarquismo”, es decir, la idea de reducir al mínimo las funciones estatales, pero sin eliminar al Estado del todo. Con eso, puede justificar su incursión en la política. “Él [Milei] lo adopta porque hoy no se puede vivir sin un Estado, pero la meta es la libertad total”, subraya.

Para Nova, el principal enemigo del crecimiento es la intervención estatal: “Cada vez que el gobierno regula o redistribuye recursos, genera pobreza. Los países más ricos del mundo son los que menos intervienen”.

Así, cita como ejemplo los índices de libertad económica del Fraser Institute y la Heritage Foundation, donde “los países más libres son los más ricos”. “Suiza, por ejemplo, tuvo deflación promedio en la década de 2010 y es una de las economías más sólidas del planeta”, argumenta.

Cuando se le recuerda que Suiza dista de ser un país libertario y mantiene un Estado robusto, responde: “Tiene algo de Estado, sí, pero dentro de lo que hay, es lo más cercano al ideal”.

Ser la Suiza de América otra vez

El ejemplo de Suiza se entiende cuando se conoce su propuesta insignia: quiere que Uruguay vuelva a ser la “Suiza de América”. Para esto, Nova asegura que el país debería recuperar la fórmula que, según su visión, lo hizo prosperar a fines del siglo XIX: “moneda fuerte, comercio libre y Estado mínimo”.

“Cuando fuimos la Suiza de América, teníamos el peso oro uruguayo, no había Banco Central y el comercio era libre. Éramos una de las economías más fuertes del mundo”, recuerda quien atribuye el deterioro posterior a “la intromisión del Estado en la economía y la pérdida del respaldo en oro”.

El eje de su propuesta para Uruguay es resucitar una moneda nacional basada en el oro, que funcione como un ancla de valor frente a la emisión sin respaldo.

“Si los uruguayos quieren tener su propia moneda, un peso oro uruguayo sería mejor que el dólar, porque el dólar también se devalúa. Es una moneda que se imprime sin límite”, afirma. “Una moneda respaldada en oro no se puede manipular porque no depende de la confianza en el gobierno”, suma.

Allí aparece una diferencia con Milei, quien llegó al gobierno en Argentina en 2023 con la propuesta de dolarizar la economía, pese a que todavía no lo ha hecho. En contraste, Nova imagina una etapa “más avanzada”: una moneda uruguaya fuerte y respaldada en un activo tangible, libre de las decisiones de bancos centrales o gobiernos.

“Sería algo superador a dolarizar”, insiste. “El dólar es una moneda mala, solo que tiene demanda mundial. Pero también se deprecia. En cambio, el oro mantiene su valor, y podríamos volver a tener una de las monedas más fuertes del mundo”, esgrime.

La idea no es nueva, pero sí anacrónica: el sistema de Bretton Woods, que fijaba el valor del dólar al oro, colapsó hace más de medio siglo, y ningún país mantiene reservas suficientes para garantizar la convertibilidad metálica de su moneda.

Nova lo sabe, pero no lo considera un obstáculo: “Antes de los bancos centrales, todos los sistemas financieros estaban basados en el oro. No es una utopía: ya existió”.

“Uruguay fue la Suiza de América, y no es un mito. Teníamos moneda fuerte, libertad comercial y un Estado que no se metía en la vida de la gente. Si abrazamos otra vez las ideas de la libertad, podemos volver a serlo”, enfatiza.

En cuanto a si la economía uruguaya, se podría sostener sola como la única con respaldo en oro, el ingeniero comercial piensa que sí. “Cuando se utiliza una moneda de referencia, en este caso un metal de referencia, vos tenés el valor del billete y el valor del oro como tal, es decir, en su uso industrial. Entonces, lo que tenés ahí es un ancla. Por ejemplo, ahora se está revalorizando el oro, pero a veces se confunde porque se dice que el oro se valoriza, pero ¿frente a qué? Se valoriza frente a otros activos comparables con el oro. Quizás el oro está en un valor que no se modifica. Eso tiene que ver un poco con la oferta y la demanda del bien”, expresa.

Batllismo versus libertad

El discurso de Nova colisiona de frente con la tradición política uruguaya desde el batllismo en adelante, con una presencia fuerte del Estado. “Con un Estado presente hace tantos años, tenemos 17% de pobreza general y 32% de pobreza infantil. Eso muestra que el modelo no funciona”, arguye.

En esa línea, Nova sostiene que la desigualdad no es el problema, sino la pobreza: “Etiopía tiene un mejor índice de Gini que Estados Unidos, pero todos son igualmente pobres. Prefiero que haya más Jeff Bezos y más Elon Musk, porque generan entorno económico”, ilustra.

Pero hay un batllismo que, según él, sí representa ideas de la libertad: el encarnado por la figura del expresidente Jorge Batlle, a quien considera un referente ideológico.

Batlle tenía claridad económica. No era economista, pero entendía que un Estado grande no es bueno. Le tocó una crisis mundial y entregó el gobierno con el país creciendo, sin defaultear la deuda. Eso es gestión con responsabilidad”, dice.

De acuerdo con Nova, “por las ideas, Jorge Batlle podría haber apoyado a La Libertad Avanza Uruguay. Después, en la parte política hay vínculos de años y algunos intereses que hacen difícil quizás que alguien de un partido tradicional se pase a un partido nuevo o no tradicional”.