Como parte del plan en busca de una tenencia responsable de animales, la Comisión Nacional Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba) anunció un Sistema de Registro Nacional de Animales de Compañía, que, como parte de su instauración, obligará la instalación de microchips subcutáneos a los perros.

El chip contendrá datos como la especie, raza, sexo, nombre, año de nacimiento, estado (en tenencia, extraviado, recuperado, muerto), si la mascota está o no castrada y una descripción general del animal. Antes de 2018 todos los perros de compañía deberán tener colocado el chip subcutáneo.

La decisión causó controversia en algunas organizaciones protectoras de animales y también en varios dueños de perros.

Las sociedades protectoras comunicaron en reuniones con las autoridades que el chipeado, a su criterio, debería ser lo último a implementarse, "o por lo menos no lo primero", lo que no fue tenido en cuenta.

A ello se le suma una petición pública dirigida a la Cámara de Representantes, a la Cotryba y el Ministerio de Ganadería, que hasta ahora firmaron 15.640 personas.

La petición, que fue subida a la plataforma Change.org pero será entregada a los representantes, solicita la derogación de la resolución del chip obligatorio para perros.

Los firmantes recuerdan el artículo 10 de la Constitución de la República Oriental del Uruguay, que indica: "Ningún habitante de la República será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe".

"Una resolución no puede tener carácter obligatorio y estar por encima de la Constitución. No estamos de acuerdo con el chip. Porque no hay nada comprobado, salvo el hecho de que los perros callejeros la van a pasar muy mal. Porque a la hora de controlar la fauna urbana, es más sencillo para el Estado cuando sabe a qué perro no va a reclamar nadie si desaparece", dice la petición.

En la petición, los firmantes aseguran que no se sabe qué efectos físicos puede provocar el chip y consideran que tampoco garantiza que haya menos abandonos. De hecho, opinan que  para abandonar a un perro que tiene chip, hay posibilidades de que se le realice un tajo "y se deje a su suerte a un animal lastimado".

Finalmente, recuerdan que el chip obligatorio puede convertirse en una excusa para que se maten animales sin hogar, debido a que no se hizo en forma debida la tarea de "concientizar, castrar, informar".

Como solución alternativa sugieren que se coloque una chapita identificatoria obligatoria "sin necesidad de darle posibilidad a un Estado irresponsable al no castrar, de que salga a matar a los animales que nadie reclame".