El narco uruguayo Sebastián Marset volvió a aparecer públicamente en medio de la situación carcelaria que atraviesa su expareja, Gianina García Troche, quien se encuentra en prisión preventiva en Paraguay desde hace un año y medio.
García Troche fue hospitalizada hace algunos días cuando sufrió convulsiones y debió ser internada en un centro hospitalario militar.
En una entrevista con el medio radial 780 AM Paraguay, Marset habló luego de que su abogado, Santiago Moratorio, se refiriera a la situación procesal de la expareja del narcotraficante.
“Están haciendo sufrir a una mujer que es la madre de mis hijos y que, por haber sido pareja mía, la tienen ahí. No se le está dando atención médica. Están pasando muchas cosas que quedan ahí tapaditas y es mejor que salgan a la luz y ver si se puede encontrar una solución”, indicó Marset.
El uruguayo aseguró que la madre de sus hijos no “está implicada en nada”. “Van cuatro años de la Operación A Ultranza, ella estuvo casi un año en España, lleva más de seis ahí y hasta el momento no han presentado las pruebas que dicen tener, siguen buscando no sé qué para demostrar algo que no existe”, añadió.
En ese marco, pidió que la Justicia paraguaya le otorgue a García Troche la prisión domiciliaria para que pueda “pasar la Navidad con sus hijos, que están sufriendo”.
“Capaz que piensan que, con lo que están haciendo, yo voy a ir a meterles una bomba y explotar todo. No. Lo que ellos llaman justicia yo quiero que se gane con justicia. Para eso tengo los abogados que se han encargado desde el primer día, pero parece que, ahí, la Justicia no existe, porque me dicen que me entregue. ¿Cómo me voy a entregar yo si con una persona que no tienen ni una prueba lleva más de un año y medio y ahí está. No sé en qué momento va a haber justicia”, consideró el narco.
Marset apuntó que cuando “toca hablar con palabras es con palabras, cuando es con violencia es con violencia y cuando es con justicia tendría que ser con justicia”. “El narcotráfico es gracias a policías, gobierno, hay mucha mafia”. “Los delincuentes somos nosotros; los que están del otro lado, de camisita y corbata, no lo son”, apuntó.