En una decisión sin precedentes recientes, la administración de Donald Trump revocó este jueves el permiso que permite a la Universidad de Harvard recibir estudiantes internacionales, intensificando así las tensiones entre el gobierno federal y una de las instituciones educativas más prestigiosas del país.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, notificó a Harvard que, "con efecto inmediato", se cancela su participación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS), el sistema que habilita la emisión de visados estudiantiles F-1 y J-1 para extranjeros. La medida implica que Harvard no podrá tramitar nuevas inscripciones para alumnos internacionales ni renovar las existentes bajo ese esquema.
Un conflicto de fondo
Aunque el comunicado oficial no ofrece razones detalladas, la decisión se interpreta en el marco de una creciente ofensiva del gobierno de Trump contra universidades consideradas "hostiles" a su agenda política, particularmente tras semanas de tensiones por protestas pro-palestinas en campus como Harvard, Columbia y UCLA, donde la Casa Blanca criticó lo que califica como “ambientes de antisemitismo e intolerancia”.
Harvard, por su parte, aún no emitió un comunicado oficial, pero fuentes cercanas a la administración académica han calificado la decisión como un ataque directo a la libertad académica y a la diversidad educativa, dos de los pilares históricos de la institución.
Consecuencias inmediatas
La suspensión del SEVIS afecta directamente a miles de estudiantes internacionales, tanto actuales como futuros, que representan una parte vital del cuerpo académico de Harvard. En el año académico 2023-2024, la universidad contaba con más de 6.000 estudiantes extranjeros.
El impacto podría extenderse también al financiamiento y prestigio global de la universidad, y agrava un clima de incertidumbre para los programas de intercambio académico, investigación internacional y cooperación científica.
América Latina, también afectada
La medida tendrá repercusiones en América Latina, una región históricamente activa en programas de estudio en Harvard, incluyendo becas como Fulbright, Chevening y las gestionadas por fundaciones privadas. Estudiantes latinoamericanos podrían enfrentar cancelaciones de visado, interrupciones de programas o procesos migratorios más restrictivos.