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Tácticas y estrategias

Bustillo: “Yo decía: no seamos tan tarados de ocultar cosas que las puede tener el Frente”

El excanciller aseguró en Fiscalía que descubrió la existencia de un “relato armado” entre Ache, Jorge Díaz y Pedro Bordaberry en su contra.

03.11.2023 23:35

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2023-11-03T23:35:00-03:00
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El excanciller Francisco Bustillo compareció en la mañana del viernes en calidad de imputado en la Fiscalía de Delitos Económicos que está a cargo de Alejandro Machado. Durante dos horas, Bustillo contó desde la primera vez que escuchó el nombre de Sebastián Marset, pasando por las distintas instancias, hasta los audios divulgados que derivaron en su renuncia al cargo esta semana.

El ahora exministro dijo que tomó conocimiento de la situación el 10 de marzo de 2022, cuando leyó en el semanario Búsqueda que se le había otorgado un pasaporte a un narcotraficante uruguayo en el exterior. “No le di demasiada trascendencia”, reconoció Bustillo, en el entendido de que la responsabilidad de los pasaportes es del Ministerio del Interior.

Pero el 15 de marzo recibió una llamada del ministro del Interior, Luis Alberto Heber. “Me dice que le gustaría reunirse para ver un poco qué pasó y qué dejó de pasar, y cómo se procesó el pasaporte”, contó Bustillo en Fiscalía. A partir de esa llamada hubo una reunión en su despacho, con el subsecretario Guillermo Maciel y el ahora exasesor de Heber, Andrés Capretti. Bustillo, a su vez, convocó a varios funcionarios de Cancillería, y en particular a tres que habían participado directamente del trámite del documento de Marset. Ache no estuvo en ese primer encuentro.

Dijo entonces el excanciller que él, en sus 37 años de servicio de carrera diplomática, nunca cumplió una función consular, con lo cual tenía un “total desconocimiento” del tema y del procedimiento. También mencionó que, hasta ese día, no sabía de la existencia de Marset y su nombre no le decía nada.

De esa reunión, Bustillo se fue “muy tranquilo” porque los funcionarios explicaron cómo habían realizado el procedimiento, que había habido intercambios y conocimiento por parte del Ministerio del Interior, e incluso se había hecho algo más allá de “lo natural y lo lógico”: se había consultado a Interpol.

“Con lo cual, a mí personalmente, como ministro de Relaciones Exteriores, me dio una gran tranquilidad. Dije ‘a ver si esto es un relajo o no’. Bueno, me dio una gran tranquilidad saber que habían cumplido con los procedimientos que correspondían”, afirmó el excanciller.

Consultado sobre si alguno de los funcionarios participantes sabía quién era Marset, Bustillo contestó: “Lo que se sabía era que precisamente había estado detenido largo tiempo en razón de un delito vinculado al narcotráfico. Eso había surgido de un mail del 16 de setiembre (de 2021). Es la primera y única vez que aparece la palabra narcotráfico”.

E insistió que en Cancillería “no se conocía la historia que tenía atrás el señor Marset”. “Eso lo podía tener el Ministerio del Interior; nosotros, no”, reafirmó.

De esa reunión se concluyó que el pasaporte se había tramitado “correctamente”, aunque “Heber y Maciel se fueron a ver qué habían hecho en el Ministerio del Interior”, en palabras de Bustillo.

La “calentura” con Ache

El excanciller reconoció luego que sintió “molestia” cuando empezó a enterarse de que, más allá de los procedimientos habituales, la entonces subsecretaria había participado del trámite.

“Mi molestia fue que en ningún momento ella hizo referencia a que había tomado contacto. Nada de nada”, admitió ante el fiscal Machado.

“La primera vez que yo me entero del contenido de los famosos whatsapp fue cuando se viene la interpelación, el 16 de agosto de 2022. Me acuerdo de que salió una noticia de que había habido comunicación entre el representante legal de Marset, el señor [Alejandro] Balbi, y una alta autoridad de gobierno. Nos preguntamos quién sería”, relató Bustillo.

Luego agregó que ella fue a su despacho a decirle que era la persona aludida en la noticia.

“Me dijo: ‘Yo te quiero decir que fui la persona que recibió a Balbi. Ahí yo me enteré. Vino a preguntarme por un pasaporte”, me dijo. Ante el pedido de mayor precisión en las palabras, y la pregunta específica de si Ache había mencionado que el abogado le había hablado de un pasaporte o no, Bustillo contestó: “No me dijo en ningún momento que le hubiera pedido nada. Sí que fue la visita de Balbi en razón del pasaporte. Eso sí me lo dijo, fue lo único que dijo”.

Sin embargo, cuando el fiscal le mencionó que Ache había declarado que nunca le había consultado a Balbi “por qué trámite” era que quería saber cuándo salía la siguiente valija diplomática -detalle nada menor a la hora de demostrar su desconocimiento del asunto-, Bustillo indicó: “Yo tengo en la cabeza la idea de que me dijo ‘pasaporte’. A diferencia de ella, que ha dicho cualquier cosa y mentiras, yo no quiero mentir”.

Todavía no se hablaba de los mensajes de whatsapp entre Ache y Guillermo Maciel, subsecretario de Interior, cuando le advirtió que Marset “era un narco muy peligroso y pesado”.

“Así como entró, salió, porque yo estaba con una calentura…”, relató Bustillo acerca del desenlace de esa reunión con Ache. “Empecé a darme cuenta de que habían pasado cosas que esta señora conocía y que yo desconocía totalmente. Me parecía que por un tema de lealtad correspondía que me dijera”.

Sobre el vínculo entre ellos, que ella ha calificado de “pésimo”, Bustillo dijo en la Fiscalía que no coincide en esa valoración. Para él, hubo “momentos buenos y momentos malos”, con lo cual le “llama la atención esa declaración” de ella. “Es obvio que está intentando de alguna forma justificar su proceder. Esto es no haber hecho nada con la alerta que le dio el señor Maciel. Y está queriendo instalar que yo soy una especie de ogro, que no tenía diálogo conmigo”.

Bustillo junto a su abogado, Gonzalo Fernández. Foto: Federico Gutierrez / FocoUy

Bustillo junto a su abogado, Gonzalo Fernández. Foto: Federico Gutierrez / FocoUy

Preparación de la interpelación

Bustillo relató que para la interpelación del 22 de agosto de 2022 se realizaron tres reuniones.

La primera fue el viernes 19 de agosto en una casa que tiene el Ministerio del Interior en el Prado. Acudió parte del equipo de Heber, y parte del equipo de Cancillería, además del asesor presidencial Roberto Lafluf.

“Nos reunimos para armar una línea de tiempo. En ese momento yo me entero de comunicaciones entre Ache y Maciel. Me había enterado de lo de Balbi. Es la primera vez que me entero de las comunicaciones entre ellos”, relató Bustillo, y contó que el hecho surgió cuando se discutía si había fallado o no la coordinación entre ministerios.

“Seguí alimentando mi bronca de que no me había dicho”, admitió el excanciller. Tanto Maciel como Ache “le quitaron trascendencia” al diálogo que habían mantenido. “Armamos la línea de tiempo y cada uno quedó con deberes de completar”, comentó.

Aunque habían quedado de volver a reunirse el lunes, el domingo 21 Bustillo citó en la mañana a buena parte del equipo de Cancillería a su casa. “Porque veía que había cosas que se me escapaban y yo tenía que poner la cara en la interpelación”, comentó.

Le preguntaron entonces si había estado también Ache, a lo que Bustillo dijo que no, y le consultaron por qué.

“Por una muy sencilla razón: porque me había estado ocultando información, y yo necesitaba tener información, no que me la siguiera ocultando. Esa es la realidad. ¿Para qué voy a llamar a quien me había estado ocultando información de marzo a agosto? Reuniones con Balbi, conversación con Maciel, conversación con Pauline Davies (directora general de Consulares y Vinculación de la Cancillería en aquel momento)”, expresó el exministro.

Luego agregó: “Ache estaba a cargo de la supervisión del área consular. Era natural que estuviera en estas conversaciones. No tenía por qué interiorizarme a mí. Pero una llamada como la que recibió de Balbi, sobre todo la segunda, adquiría otro cariz. Me parecía que yo, como ministro, tenía que estar al tanto”.

Tras reconocer en la Fiscalía su “fastidio” con Ache, Bustillo dijo que en la tarde de aquel domingo llamó por teléfono a Ache y que, palabras más, palabras menos, le dijo: “Mirá, Carolina, mañana tengo que ir a una interpelación a poner la cara, entre otros por ti. Yo necesito tener toda la información: qué hablaste, qué no hablaste”. Y le pidió que le mandara esos mensajes de whatsapp que había mantenido con Maciel.

“Yo me entero [del contenido] el domingo, 20 horas antes de la interpelación, cuando se los pido a ella. Enterado del contenido, dije ‘voy a hacer una investigación administrativa’”, aseguró Bustillo.

El lunes 22, día de la interpelación, se realizó la tercera reunión en horas de la mañana. Fue con casi el mismo plantel del encuentro del viernes 19, y en el mismo lugar.

“Yo hago saber en esa reunión que me había enterado del carácter de las comunicaciones. Mi opinión era que tendrían que haber renunciado ambos: Maciel y Ache. Esa era mi opinión”, afirmó Bustillo. También dijo que, para ese día, Maciel tenía visibles los mensajes whatsapp “arriba de la mesa”.

El entonces canciller le dijo a quien ocupaba el rol de subsecretaria que, si bien le creía que no había hecho “nada desde el punto de vista judicial” para favorecer a Marset, él tenía la obligación de dar curso a una investigación. “Y eso lo anuncié en la interpelación. Dije que era en alusión a ciertas comunicaciones, a ver si habían tenido incidencia o no. Esa era la clave”, prosiguió Bustillo su relato ante el fiscal.

Ocultar o no

¿Se intentó ocultar que se habían mantenido esas conversaciones?, le preguntaron a Bustillo en la audiencia de este viernes. Su respuesta, tajante, fue: “No”.

“A la única persona que podía perjudicar la divulgación del contenido de los mensajes, ¿quién era?”, razonó entonces, en alusión a Ache. “Esto quedó corroborado con la investigación administrativa, cuando se vio que no había habido intervención alguna de Carolina Ache. Pero ella debió haber hecho algo con el segundo mensaje. El primer mensaje no decía nada, el segundo era una alerta”, señaló.

“Está mintiendo una vez más”, dijo entonces sobre la exvicecanciller. “No nos pusimos de acuerdo en ocultarlo. Tanto es así que dijimos: ¿lo decimos o no lo decimos? Y lo que se decidió fue ‘hablemos de comunicaciones’. Si preguntan, por supuesto que las damos a conocer. Entre otras cosas, porque nadie sabía qué tenía el Frente Amplio. Yo decía ‘no seamos tan tarados de ocultar cosas que las puede tener el Frente’. No hay necesidad de ocultar nada”, relató.

Y concluyó: “Para mí, [la divulgación] podía perjudicar a Carolina Ache. Porque no se había hecho nada con eso”. Es decir, la exjerarca no había hecho ningún movimiento a partir del mensaje de Maciel.

Luego Bustillo insistió en que en la interpelación estaban “preparados para entregar” los chats, a lo cual una de las defensas le dijo: “No se entiende por qué querer ocultar si fue todo legal”.

En ese momento, el excanciller insistió en que efectivamente todos los procedimientos habían sido legales, pero que él no lo supo a ciencia cierta hasta la investigación administrativa. “Yo tenía necesidad antes, en el caso mío, de saber si había tenido incidencia el actuar de Carolina Ache”.

Carolina Ache junto con su abogado, Jorge Díaz. Foto: Federico Gutierrez / FocoUy

Carolina Ache junto con su abogado, Jorge Díaz. Foto: Federico Gutierrez / FocoUy

Un “enchastre político”

Más adelante, en su declaración, Bustillo dijo estar “convencido” de que el Ministerio de Relaciones Exteriores actuó de manera correcta en el trámite de otorgamiento del pasaporte. “Pero no es menos cierto que hay un enchastre político que yo lo vengo padeciendo desde hace un año y entonces me parecía que era el momento de decir ‘doy un paso al costado’”.

De esta manera, Bustillo aseveró que Ache “se negó en todo momento” a entregar durante la investigación las conversaciones que ella mantuvo con otros jerarcas. “Quedó corroborado que no había ilegalidad ninguna” en el trámite de entrega del pasaporte, “porque en todo caso, si hay ilegalidad es por la omisión, no por la acción”, afirmó el excanciller, al tiempo que subrayó que la exviceministra “no hizo absolutamente nada”.

“Esa conversación que me graba [...] En un momento le dije, como surge ahí, ‘tirá el celular’; después le dije ‘voy a ver si puedo hablar con [el titular de la Dirección de Asuntos Jurídicos de Cancillería, Carlos] Mata’. Por supuesto que no hablé con Mata. Me la saqué de encima porque era insoportable. Esa es la realidad de la historia como la viví”, reconoció en ese momento.

Por otro lado, Bustillo se refirió a la investigación que se realizó dentro de Cancillería a raíz del episodio del pasaporte. Según declaró, la inspectora le pidió los chats a Ache en tres ocasiones distintas; en la última, la exvicecanciller llamó a la funcionaria a su despacho y la recibió con su abogado, Jorge Díaz, “algo que a todas luces no correspondía”, sostuvo.

“De alguna forma la apretaron a la instructora para que terminara con esta historia porque hicieron referencia a que no era objeto de investigación […] Yo tengo mi interpretación de por qué [Ache no entregó los chats]: no porque ella hubiera entendido que accionó de forma irregular, si no accionó; pero la dejan en una posición incómoda. Claro, cuando recibe una alerta y no hace nada. Por eso no quería dar a conocer el detalle de los whatsapp”, afirmó Bustillo.

Así, las autoridades de Fiscalía dieron cuenta de que la propia inspectora sostuvo —ante el Ministerio Público— que Ache, si bien inicialmente brindó colaboración en la causa, luego “cerró la puerta”. Ella también relató que Díaz la acusó de “pesquisar” a la exvicecanciller y de realizar un “sumario encubierto”.

Un relato armado

El exministro insistió durante su comparecencia ante Machado “que se ha querido instalar un relato” desde enero; un relato que armaron entre Pedro Bordaberry, Jorge Díaz y Carolina Ache, desde que el primero escribió columnas de opinión en el diario El País en defensa de la exvicecanciller.

“Empecé a armar el hilo y es claro el relato que han venido armando. No sé si lo culminaron, pero un elemento importante fue el otro día cuando tiraron lo que tiraron, pero lo venía armando desde enero de este año. Aparecen dos artículos en la prensa escritos por [Pedro] Bordaberry (8 y 22 de enero) donde da cuenta de todo lo que se hizo y dejó de hacer. ‘Pobre Carolina Ache, acá el responsable de todo es el señor ministro’. Fueron dos artículos en enero de 2023 que relataban episodios que se hace eco [Jorge] Díaz en una entrevista radial. El abogado de la señora Ache dice que suscribe el 99,9% de lo manifestado por Bordaberry. Y también lo hace Ache en Desayunos Informales. Manifiesta suscribir el 100% de lo expuesto por Bordaberry”, apuntó Bustillo, quien posteriormente leyó de forma textual extractos de las columnas escritas por Bordaberry y expresó respuestas a planteos puntuales que había llevado escritas.

Además, defendió que el pasaporte otorgado a Marset “no fue un trámite exprés” e insistió en que, desde su punto de vista, Cancillería procedió de forma correcta en lo legal.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores no tenía la más mínima idea de que el señor Marset seguía siendo un narcotraficante peligroso, ni nada que se le parezca. La única persona que supo en el ministerio que había una persona de apellido Marset, que era un narcotraficante y sería un horror que quedara libre como dijo Maciel, fue la señora Ache. ¿Qué hizo con eso? Nada”, apuntó Bustillo.

En esta línea, el exministro aseguró que, en caso de haber sido advertido del caso, habría acudido a la Dirección de Asuntos Consulares y se habría enterado sobre el pasaporte.

Además, señaló que se habría puesto en contacto con el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, siempre bajo la hipótesis de que estuviese enterado.

Con respecto a la salida de la valija diplomática y la reunión que mantuvo Ache con el abogado Alejandro Balbi, Bustillo reafirmó que no fue informado sobre esa reunión hasta meses después, cuando el tema del pasaporte otorgado a Marset se había hecho público.

“Hasta el día de hoy no sabemos qué habló o dejó de hablar Ache con Balbi, ni por teléfono ni personalmente. La primera vez que hizo referencia a eso dijo que habló 10 minutos, la segunda tres minutos y la última ya está en dos minutos. Me enteré de que había recibido a Balbi por la prensa. Si la apuramos un poco más, nunca se reunió con Balbi”, señaló Bustillo.

A su vez, el excanciller informó que cuando el pasaporte de Marset fue retirado en Cancillería por el hermano de Balbi la ministra interina era Ache, debido a que él estuvo fuera del país entre el 25 y 30 de noviembre.

“Hay un detalle que evidentemente no lo tuvieron presente los señores Bordaberry, Díaz y Ache cuando fueron armando todo este relato. Como ministro yo viajaba mucho. El episodio fundamental fue el 25 de noviembre cuando se recibe el pasaporte en Cancillería de parte del Ministerio del Interior y se entrega en mano al hermano del señor Balbi. En esas fechas, entre el 25 y 30 de noviembre, la señora Ache era la ministra interina porque yo estaba de viaje. Yo estaba de viaje en esas fechas absolutamente claves”, indicó Bustillo.

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