El cuñado de Pablo Carrasco, Roberto Bonavoglia, es acusado de haber estafado a una mujer de 63 años que junto con su hermana y su madre le entregó casi US$ 900 mil (a través de su pareja) para invertir en la compra y engorde de ganado, según escribió Felipe Caorsi en su columna de La Mañana y confirmó Montevideo Portal con el abogado Ignacio Durán.
La pareja de ese entonces de la mujer que defiende el penalista está asociado con Bonavoglia, director de un escritorio rural que llevó a cabo remates con el de Gustavo Basso y casado con una hermana de Ana Iewdiukow, esposa de Carrasco.
Bonavoglia y la pareja de la clienta de Durán hicieron un contrato en el que se comprometieron a comprar ganado y entregarle la renta, que era fija, de un 10,8%, y cobraba cada tres meses. Según dijo el defensor a Montevideo Portal, durante “determinado tiempo sí es cierto que le pagaban intereses, y muy buenos”. Hasta que en setiembre de 2024 dejaron de hacerlo. Dos meses antes de que Basso se suicidara.
En octubre, en medio de la crisis que se desató por Conexión Ganadera, la clienta de Durán exigió su dinero, pero comenzaron las “evasivas”. De acuerdo con Caorsi, Bonavoglia afirmó que el supuesto ganado en el que había invertido el dinero de la mujer no existía y que con él había comprado una deuda soberana argentina (deuda que el Estado contrae con acreedores). La declaración quedó grabada en un audio.
Los socios ofrecieron a la mujer firmar un refinanciamiento de la deuda, y lo hizo. El acuerdo implicaba un plan de pagos, que se dividía en ocho cuotas. Para mayo de 2025, deberían haber pagado cinco. Pero no abonaron ninguna.
Tras invertir con el cuñado de Carrasco y su expareja, la mujer perdió “los ahorros de toda su vida”. Desde entonces, le han prometido pagar la deuda a través de un emprendimiento que nunca cobró, con padrones que no existen y con un cheque sin fondos.
La defensa busca retomar la causa y hacer una denuncia penal por estafa.