Un hombre de 45 años fue sentenciado a 13 años y un mes de prisión en el Tribunal de la Corona de Manchester por explotar sexualmente y abusar de dos adolescentes. La condena marca un hito en la Operación Greenjacket, iniciativa de la policía de Manchester para combatir delitos sexuales.
Christopher Oates, conocido como “Clavos” manipuló a una de las víctimas desde los 14 años, ofreciéndole drogas, alcohol y dinero, mientras fingía ser su pareja y la elogiaba para convencerla de dedicarse al trabajo sexual. En un episodio violento, la amenazó con una pistola en la cabeza, arrastrándola por un callejón y obligándola a que le obedeciera. La segunda víctima, también adolescente, fue explotada regularmente por Oates, quien la llevaba a un lugar para encuentros sexuales a cambio de dinero. En una oportunidad, organizó que ambas menores fueran grabadas mientras mantenían relaciones con un hombre mayor.
Una de las victimas expresó durante el juicio: “Me apuntaste con un arma y permitiste que otros abusaran de mí”. La otra, tomada de la mano de su compañera durante la audiencia, afirmó que fue intimidada y manipulada por Oates. La jueza Elizabeth Nicholls calificó al condenado como un “depredador manipulador y egoísta”. Oates deberá cumplir dos tercios de su sentencia antes de considerar una posible reduccion de su condena, según informó el medio ingles Manchester Evening News.
Las investigaciones revelaron que Oates tenía un celular con 130 imágenes de menores y búsquedas en internet relacionadas con pornografía infantil. Además, se encontraron pruebas de un cultivo de cannabis con 33 plantas, un pasaporte y una licencia de conducir falsos en su domicilio en Stockport, distrito de la zona metropolitana de Manchester. También se descubrieron imágenes de menores tomadas por él mismo y búsquedas sobre “muñecas sexuales infantiles” en una Tablet. El condenado intentó evadir a la justicia viajando a Tailandia y a República Dominicana con un pasaporte falso.
La fiscal Gwen Hendshaw describió a Oates como un proxeneta que explotó la vulnerabilidad de las adolescentes para su beneficio económico. La inspectora Eleanor Humphreys, del Equipo de Investigaciones Principales de la policía de Manchester, reconoció la fortaleza de las víctimas: “Su resiliencia fue clave para lograr esta condena. Espero que este resultado les brinde algo de paz”. Oates se declaró culpable de incitar a la prostitución infantil, posesión de un arma con intención de causar temor y posesión de imágenes indecentes.