El evento UFC Night 261 quedó marcado por la escalofriante lesión que tuvo Chris Weidman en su combate ante Uriah Hall. El luchador estadounidense se fracturó la tibia y el peroné de la pierna derecha al darle una patada.

El combate entre estos dos luchadores duró apenas unos segundos y quedó marcado como uno de los primeros en los que el ganador no tiró un solo golpe. ¿Por qué? Debido a que Weidman le dio una fuerte patada a su adversario por debajo de la rodilla y esto generó que se partiera la pierna.

El luchador estadounidense, instantáneamente, cayó desplomado en el suelo. El árbitro paró la pelea para que lo pudieran atender lo antes posible y lo terminaron retirando en camilla del octogonal.