Bruno Veglio fue noticia esta semana. No por una acción dentro de una cancha de fútbol, su profesión actual, sino por haberse recibido de contador, algo que enorgulleció a su club, Wanderers, quien le dedicó un sentido posteo.

Un verdadero ejemplo: disciplina en la cancha y en los estudios. ¡Felicitaciones, contador!”, publicó el Bohemio en sus redes sociales, las cuales se llenaron de elogios hacia el futbolista, que habló con FútbolUy sobre el logro conseguido.

El capitán de Wanderers dijo sentir “mucha alegría”. “Me pongo a pensar en todas las personas que me ayudaron y hacen que hoy pueda haberme recibido. Son muchas y les agradezco de corazón”, añadió.

“Todavía no caigo” porque “fue un proceso muy largo” que inició en 2018: “Es el año en el que subo a Primera. Tenía que decidirme y, obviamente, yo quería jugar al fútbol, así que ahí estaba mi prioridad”.

Los dos primeros años de la carrera los hizo en Udelar, pero después se cambió a la Universidad Católica.

“Al principio fue bastante complicado, sobre todo cuando estaba en la Udelar. Me cambié a la privada porque los horarios son más accesibles, no cambiaban. En la pública a veces es por cupos, me anotaba en una clase con mucha gente y no podía llegar temprano, y ya no tenía chances de entrar”, contó.

Y recordó: “Me pasaba que iba todo el semestre a clases, salvaba la primera revisión y la segunda me caía en un día de partido, entonces no podía ir y perdía todo el semestre. En la privada no había parciales los sábados”.

“El primer tiempo se me hizo difícil, por más que salvé algunas materias. Era una frustración grande el momento de no poder dar el segundo parcial después de haber estudiado tanto o de haber ido a clases”, señaló.

Con respecto a su decisión se estudiar mientras jugaba, explicó: “En el liceo tenía buenas notas, me gustaba ir a clases, me gustaba escuchar, dar parciales y exámenes, nunca me costó mucho. Cuando lo terminé, todos mis amigos arrancaron para diferentes carreras y rodearme de ellos me ayudó a decir ‘yo también voy a seguir estudiando’”.

“También el apoyo de mi familia, que siempre me llevó para acá y para allá, siempre me la facilitaban”, profundizó.

Fútbol y estudio

Una de las personas que lo felicitó por recibirse fue su excompañero Diego Riolfo, quien, en 2018, mientras jugaba en Wanderers, se recibió de licenciado en Economía: “Cuando subí a Primera, él era parte del plantel y estaba muy cerca de recibirse. Mi familia me lo ponía de ejemplo y yo lo miraba y lo admiraba”.

“Fue un ejemplo porque, cuando se recibió, dije ‘si él puede, yo también, se puede hacer’. Fue una gran inspiración, se lo agradezco mucho. Hoy en día somos muy buenos amigos”, expresó.

En Wanderers “me facilitaron poder salir antes y llegar un poquito más tarde a la concentración”. “Esas cosas hablan de lo que es Wanderers como club, que desde juveniles están pendientes de los carnés y de ese tipo de cosas”, agregó.

“Las únicas trabas fueron personales, de no ir a un parcial por el fútbol, no porque Wanderers me obligara a faltar”, comentó.

Veglio es capitán de Wanderers, club que todos los años asciende a varios juveniles a Primera División, lo que lo coloca en un rol de referente que él mismo asume: “Cuando se me da la oportunidad de charlar, siempre lo intento. Cuando suben chicos, siempre intento hacerles hincapié en la importancia de terminar el liceo, que es una herramienta fundamental y después es difícil retomar”.

“Siempre les digo: ‘Venís a entrenar y después te queda un buen rato para estudiar algo que te guste’. En Wanderers se está viendo cada vez más camadas que suben con el liceo ya terminado, o que lo están por terminar, y con ganas de empezar una carrera terciaria”, siguió.

Y continuó: “Sentir que uno es ejemplo, me pone orgulloso. Me escriben muchos y me ponen ‘¡qué ejemplo!’. Es algo muy lindo”.

Actualmente, “la Mutual de Futbolistas tiene convenios para terminar el liceo de una manera más accesible” y “muchos” futbolistas “se están metiendo en esos programas; este año en Wanderers hay varios”.

“Tuve muchas veces la posibilidad de irme” al exterior, contó, y explicó su decisión de quedarse: “Mi representante muchas veces me trajo cosas y yo le decía ‘aguantame, porque estoy por terminar la carrera’”.

Si bien se recibió con 27 años, la contaduría “no es algo para ahora”, pero “todo lo que pueda ir metiendo lo voy a hacer para no ir perdiendo”. “Mi novia es contadora y me ayuda, entonces le puedo ir preguntando para agarrar experiencia. Lo proyecto para después de mi carrera, dedicarme a eso”, señaló.

Por último, habló de su futuro, ya que termina contrato este 31 de diciembre: “Todavía no sé. Estoy viendo posibilidades que pueden surgir. Fue un año difícil en Wanderers y si los resultados no se dan, los más grandes o referentes tienen su responsabilidad”.

“Este año, que uno siente que estuvo en el debe, la veo más cerca mi salida”, dijo, y concluyó: “Me encantaría jugar toda la vida en Wanderers si pudiera y estuviera a la altura”.