La compañía SpaceX logró este martes que su vehículo Starship alcanzara el espacio en el primer vuelo con un propulsor Super Heavy reutilizado, un hito técnico clave para el desarrollo de lanzamientos espaciales sostenibles. Sin embargo, problemas en el control de actitud y fallas técnicas en el despliegue de carga útil impidieron completar la misión con éxito, que terminó con la pérdida de contacto del vehículo en el Océano Índico.

El vuelo despegó desde Starbase (Texas) a las 23:36 UTC del 27 de mayo, y marcó el noveno intento de prueba de Starship, el sistema de lanzamiento de próxima generación que SpaceX desarrolla para misiones interplanetarias y la eventual colonización de Marte.

Primer re-vuelo exitoso… hasta cierto punto

El cohete Super Heavy, con 33 motores Raptor, realizó un ascenso completo y se separó sin inconvenientes de la etapa superior Starship, en lo que fue la primera reutilización exitosa del propulsor tras su vuelo anterior en enero. Durante el descenso, el vehículo ejecutó maniobras avanzadas como vuelo con mayor ángulo de ataque, una estrategia que busca reducir la velocidad de caída y optimizar el consumo de propelente.

Sin embargo, se perdió contacto con Super Heavy seis minutos después del despegue, durante su maniobra de amerizaje controlado en el Golfo de México. SpaceX informó que el propulsor sufrió un "desmontaje rápido e imprevisto", término técnico para referirse a su desintegración en vuelo.

Starship tampoco logró su misión orbital

La etapa superior completó su combustión de ascenso y alcanzó el espacio, pero enfrentó dificultades que impidieron completar varios de sus objetivos. La compuerta de la bodega de carga útil no se abrió, por lo que no se desplegaron los ocho satélites simuladores Starlink. Más tarde, un fallo en el control de actitud impidió el reencendido de su motor Raptor, con lo cual no logró colocarse en la trayectoria prevista para reingresar a la atmósfera.

La nave ejecutó un protocolo de seguridad para liberar presión interna y adoptar una orientación segura. El contacto con Starship se perdió a los 46 minutos de vuelo, y SpaceX estima que los restos cayeron dentro de la zona de seguridad designada en el Océano Índico.

Balance técnico: progreso con reservas

Pese al fallo final, SpaceX considera el vuelo como un paso importante hacia la validación de tecnologías clave. Se probaron mejoras introducidas tras la explosión de la prueba anterior, incluyendo nuevas juntas, sistemas de purga y drenaje, así como configuraciones experimentales para aterrizaje y control.

Implicancias para el futuro espacial

El programa Starship es crucial para los planes de la NASA, que confía en este vehículo para llevar astronautas a la Luna bajo el programa Artemis. También es central en la visión de Elon Musk de construir un sistema totalmente reutilizable, capaz de transportar cargas masivas a la órbita baja y más allá.

Con información de Europa Press