Tras rumores y supuestas filtraciones, la misteriosa estatua demoníaca que el conductor de los Game Awards, Geoff Keighley, colocó en un desierto de California parecería tener su origen descifrado, y pertenece a un exganador del premio Game of the Year (GOTY).

Un reciente registro de trademark mostró que se trataría de Divinity: Original Sin, una saga desarrollada por Larian Studios. El hallazgo fue detectado por el portal mp1st y reveló un nuevo logo y dos íconos asociados a la franquicia, uno de ellos muy similar a la figura instalada en el Mojave: un orbe brillante sostenido por largas extremidades.

El parecido desató rápidamente especulaciones entre los fans, que asumieron que la entrega de este jueves podría traer consigo el anuncio de Divinity: Original Sin 3. Sin embargo, las expectativas se enfriaron cuando Michael Douse, director de publicación de Larian, salió a desmentir la conjetura. “No hay planes actuales para un nuevo Divinity: Original Sin 3, pero cuando estemos listos para mostrar en qué estamos trabajando, lo haremos”, afirmó en redes sociales.

Douse respondió así a otra filtración que circuló en las últimas horas: la supuesta PS5 Definitive Edition de Divinity: Original Sin 2, el RPG de 2017 que antecedió a Baldur’s Gate 3 y que ya se lanzó en PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch. “Hey, no deberíamos haber anunciado eso todavía”, escribió el ejecutivo, sugiriendo que el registro podría estar vinculado a esa edición y no a una secuela.

Con todo, la posibilidad de un nuevo juego dentro del universo Divinity no parece descartada. La franquicia debutó en 2002 con Divine Divinity y ya suma siete títulos, por lo que una expansión del catálogo sería plausible, incluso si no se trata de un Original Sin 3.

El fundador y CEO de Larian, Swen Vincke, adelantó meses atrás que el próximo título del estudio no será Baldur’s Gate 4, ni estará relacionado con Dungeons & Dragons, aunque aseguró que mantendrá elementos reconocibles para el público. También dijo que el “tono, estilo y forma de hacerlo” serán diferentes para la compañía, lo que alimenta aún más el misterio.

A menos de 24 horas de los Game Awards, la estatua demoníaca sigue siendo objeto de teorías, pero todo apunta a que su vínculo con Divinity es real. Lo que no está claro —todavía— es qué anuncio acompañará esa revelación.