"Para quienes tienen hijos con alguna discapacidad y conoce esa sensación de ver que la gente mira, pero no saben cómo interactuar con tu pequeño", dedicó Jessie Barber, la madre de Kade, un niñito de 18 meses

"¡Este Winnie the Pooh me derritió el corazón, sabía exactamente qué tenía que hacer!", contó Jessie, quien viajó con su esposo y cinco hijos a disfrutar de la magia del mundo de Disney.

El pequeño Kade tiene un problema de desarrollo, por lo que sus funciones motoras equivalen a las de un bebé de apenas cuatro meses. Sin embargo, se las arregla para comunicarse con gestos y elocuentes sonrisas.