En el marco del PortalDocs, que inició con el documental Feminismos en Uruguay, compartiremos las diferentes charlas sobre el movimiento, abordando su historia, sus estructuras y el despliegue en pos de una transformación social.

Dentro del especial, conversamos con la integrante de la Intersocial Feminista Soledad González. La entrevista fue filmada en los primeros días de marzo de 2020.

A continuación, se puede leer parte de la charla y al final de la nota se puede ver completa.

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¿Qué es el feminismo?

El feminismo es un movimiento político y una teoría, es el movimiento político más revolucionario del siglo XX, que ha cambiado radicalmente la forma de vivir como en ninguna otra área. Ha provocado una transformación social enorme que además ya no tiene marcha atrás. Y es la acumulación de luchas que vienen desde atrás, porque la teoría feminista es una teoría en construcción: ha ido afinando sus postulados, cuando logró una meta y no redundó en una igualdad real empezó la segunda ola a revisar el sistema patriarcal para ver cómo se sostiene. [...] Hasta ahora éramos relativamente pocas las feministas, más allá de que se obtuvieran logros importantes no tenía un alcance masivo. Ahora es un orgullo decir que una es feminista, por mucho tiempo se sufrió el estigma de identificarse. La política responde al movimiento de las sociedades, y el movimiento feminista tiene una agenda práctica y un fin último mucho más grande, que es cambiar el mundo, ese movimiento es consecuencia del trabajo de muchas compañeras durante mucho tiempo y a partir de ahí la clase política se hace eco del reclamo y desarrolla mecanismos.

¿Cuáles han sido los avances más notorios en Uruguay en pos de la igualdad?

Los avances legislativos más notorios son la despenalización del aborto, la ley de salud sexual y reproductiva, las leyes LGTBI, la ley de cuotas es una ley de avanzada en este sentido. Hay algunas políticas públicas para favorecer la salida en la situación de violencia doméstica... Pero la transformación más importante es que toda la sociedad reconoce que existe desigualdad entre los géneros. El año pasado estuve dando bastantes talleres en el interior de país y cuando suponés que no han estudiado el tema y sin embargo todas las personas saben de qué estamos hablando. Incluso en los temas de estereotipo de género: esposas que pelean porque sus hijas jueguen al fútbol o porque sus hijos tengan bebotes porque quieren jugar a las muñecas. Ese es el núcleo duro de la transformación, el nivel de conciencia general incluso en los sectores más reaccionarios. Después podemos discutir sobre cómo se puede llegar a la igualdad real, pero en el nivel de diagnóstico estamos conscientes como sociedad.

¿Se puede ser de un partido conservador y feminista?

Lo que no se puede, ideológicamente, es ser feminista y conservadora. Porque es una contradicción irresoluble, no puedo ser nazi-judío, es de ese nivel de contradicción. Que haya en los partidos conservadores mujeres que se consideran feministas, sí, eso pasa en la vida real. Lo que sí es cierto es que el movimiento feminista ha tenido una vertiente liberal y en el espectro de la derecha sin duda hay feministas liberales. Podemos discutir muchísimo si el feminismo solo es de izquierda o no; originalmente sí y teóricamente no tengo ninguna duda de que es de izquierda. Pero la realidad es que las sociedades son mucho más complejas y hay contradicciones que tenemos todas y todos. Cuando me hacen esta pregunta del lado izquierdo digo: "¿se puede ser machista y de izquierda?", y... la verdad es que en la vida práctica sí. Son contradicciones que iremos resolviendo.

¿Con el actual Gobierno, hay temor de retroceso en algunas políticas de género?

El gobierno incluye a partidos ultraconservadores, donde hay políticos que hacen declaraciones terribles sobre las mujeres, sobre las mujeres que abortan, sobre la homosexualidad... Y hay un temor de restauración. Las mujeres tenemos que estar en la calle para seguir exigiendo lo que exigíamos a los gobiernos anteriores que no ha cambiado demasiado: seguimos cobrando una cuarta parte menos que los hombres que hacen la misma tarea, seguimos reclamando servicio de atención por violencia doméstica 24 horas en todo el país y sigue sin existir... Hay un montón de cosas por hacer. Y hay que estar en la calle para decir: "De acá, para atrás, no vamos más. Es de acá para adelante".