En inglaterra, un conductor salió de forma imprudente de una estación de servicio, obligando a una moto que circulaba correctamente a frenar su marcha. En la maniobra se le cayó la billetera que había olvidado en el techo del auto. El hombre de la moto observó la ‘jugada', recogió la billetera del suelo y lo siguió a toda velocidad para devolvérsela.

El conductor del automóvil pensó que se trataba de una venganza, así que cuando el motociclista se puso a su altura, le mostró su dedo del medio sin ningún pudor. La reacción del dueño de la moto fue de antología.