Tiene siete años y desde cachorra fue entrenada para rescatar a víctimas de desastres naturales, según información oficial enviada a El País de Madrid. Está equipada con un visor que la protege del humo y el polvo, así como botas para que objetos cortantes no lastimen sus patas.

Ayudó a rescatar a doce personas en Juchitán, municipio oaxaqueño afectado por el terremoto de magnitud 8,2 el pasado 7 de setiembre. Pero también participó en operaciones de rescate en Honduras, Guatemala y Ecuador. La marina señala que en total colaboró con el rescate de 56 personas con vida.

La "vida útil" de un perro rescatista es de entre seis y siete años, pero si su rendimiento es favorable puede prolongarse por algún tiempo más.