Por Manuel Serra | @serra_sur

Si hay algo más difícil que soportar el paso del tiempo, es hacerlo manteniendo la vigencia y las inquietudes vitales. Y en eso está Babasónicos que, con casi tres décadas sobre sus espaldas, nunca cesó de buscar y sigue en su lucha implacable en busca de la innovación musical y estética.

A tres años de discos y giras de sonido acústico, la banda nacida en 1991 le respondió con lo opuesto: la electrificación total de su composición y puesta en escena. Es que hay una palabra que define perfectamente a su obra: el cambio.

Con Discutible (Sony, 2018) volvieron a cambiar de piel y generaron una serie de canciones que no tienen nada que envidiarle a las composiciones más revulsivas de estos últimos años. Además, con ese nombre parecieron captar el signo de nuestros tiempos, donde todo es relativo, nada es seguro y afirmar algo parece cada vez más costoso.

Esto, a su vez, dicen, también les sirve de "escudo", ya que si "todo es discutible, también es inopinable". No obstante, más allá de esta coraza de protección, si se quiere, al escuchar sus canciones uno capta una atmósfera, discutible sí, pero que algo quiere decir. Eso sí, y lo dejan claro, está en cada uno interpretarla.

Con estas novedades a cuestas, el grupo, que viene de hacer un multitudinario concierto en el Hipódromo de Palermo en Buenos Aires, vuelve a nuestro país, donde se presentará en dos días seguidos - el 14 y 15 de junio - en La Trastienda (Fernández Crespo 1763), uno de sus escenarios favoritos en esta orilla del Río de la Plata.

Tras algunos desencuentros y una serie de problemas técnicos - fue uno de esos días donde se suma un imprevisto tras otro -, finalmente Montevideo Portal se pudo comunicar con Diego "Panza" Castellano, su baterista, que estaba en uno de los lugares favoritos de la banda: la sala de ensayo. En un diálogo pausado, pero no por eso menos interesante, hablamos de la vuelta al sonido eléctrico, de la política y la composición, de la importancia del cambio y de la misión de Babasónicos.

La banda argentina está actualmente conformada por Adrián Dárgelos (voz), Mariano Roger (guitarra), Diego Castellano (batería), Diego Tuñón (teclado) y Diego Uma (guitarra).

Venían de tres años con la gira acústica, tocando en teatros, ¿cómo fue volver a electrificarse?

Ese momento fue como un renacer. Volvimos un poco a lo que era nuestra esencia. Nos llevamos bien con la electricidad. Pasaron estos años y metimos el disco nuevo, que es bastante variado, tanto en la puesta en escena como en lo musical. Encontramos otra faceta, algo más minimalista y electrónica.

¿Por qué "Discutible"? ¿Son ustedes los que piensan que es un disco discutible o es un recurso para que los oyentes o la crítica lo interprete de esa manera?

Creo que las dos cosas. Decir que es discutible muestra que en algún punto los juicios de valor no sirven. Lo importante es disfrutar. Entonces se discute todo. A la vez creo que es un chiste para nosotros, nos tapamos en ese escudo de que es discutible. Porque si es discutible, es inopinable, como que vale todo.

¿Cuánto influye la situación política argentina, y si se quiere también la global, en su música?

Nuestra discusión es con el relato de la realidad. Estamos siempre tratando de encontrar algún tipo de verdad, que no siempre es la realidad, ¿no? Y esa dialéctica en la que influye la política, creo que a cualquier banda de rock la moviliza. Ya sabemos cómo es este sistema de poder en el que estamos inmersos y sometidos...
Creo que uno cuando se divierte puede tomar cierta conciencia y nosotros tratamos de que lo más adverso sea el combustible para llegar a algo más bello. A algo más fluido, más orgánico.

Son un grupo al que los caracteriza el cambio, ¿de dónde surge eso? ¿Y por qué pensás que tienen esa necesidad constante de cambiar?

Y porque si no es aburrido (se ríe). Cuando hacemos mucho lo mismo, nos empezamos a aburrir. El cambio es siempre bienvenido. Hay momentos en que uno se permite más, en este disco nos pasó eso. Cambiamos nuestra dinámica sobre la música y también el génesis de las cosas. Y dio resultado, estuvo bastante acertado. Veníamos de años de shows acústicos, ahí purificamos nuestro estilo y nos dimos cuenta también del valor del silencio, que también es una cosa hermosa.

Ya están cercanos a cumplir 30 años juntos, ¿les resulta difícil ponerse a componer o lo hacen con las mismas ganas que al comienzo?

Creo que las ganas nunca se fueron. No se apaciguan, están ahí. Ese sería el secreto. Siempre hay algo para buscar, algo que molesta. O algo para entender. Siempre hay un motivo para juntarse.

¿Y cómo es mantenerse como banda? Quiero decir, con tantos años, tantas giras, las relaciones humanas podrían desgastarse...

Si hay un desgaste, que sea divertido (se ríe). Nuestro arte también es eso: no desgastarnos tanto. Usar el lubricante social, una química aplicada que nos pueda ayudar.

Ya para terminar. Hace un tiempo, en otra entrevista para Montevideo Portal, Dárgelos decía que lo que hacían era una cruzada contra la mediocridad. ¿Pensás que esa sigue siendo la misión de Babasónicos?

Sí. Es una buena definición. No es fácil, pero es lo que elegimos. Y es lo que nos gusta. Porque, aparte, en definitiva, nada termina resultando fácil. Y en nuestro arte podemos decir que hay una obra latente, tácita, de fondo, una especie de núcleo casi mágico. Y eso se logra una vez. Si querés bajarte deslizando de la montaña, lo mejor es subir caminando...