Un trabajador húngaro gozó de una pequeña fortuna por unos días, luego de que un error en una trasferencia bancaria le brindara una suma 367 veces mayor a la que le correspondía percibir.

El hecho ocurrió en el condado de Somogy, en el suroeste de Hungría. El “beneficiario” trabajó brevemente para una empresa local, pero no superó el período de prueba y no se lo incorporó a la plantilla.

En su corto pasaje por la firma, el hombre ganó 92.549 florines, suma equivalente a 238 euros. Sin embargo, en un acto de generosidad tan desmedido como involuntario, el empleador le transfirió una suma 367 veces mayor, sumando un total de 92.549 euros.

La diferencia se debió a que el operario había aportado en sus datos una cuenta bancaria en la vecina Austria, por lo que el dinero de la paga debía convertirse a euros. Fue en esa operación donde se produjo el fallo que multiplicó el dinero enviado.

Poco más tarde, la empresa se puso en contacto con su antiguo empleado y le pidió que le devolviera el dinero que había sido transferido accidentalmente a su cuenta bancaria. Sin embargo, el trabajador desairado dijo que ya no tenía acceso a la cuenta bancaria de Austria, por lo que no podía devolverles el dinero.

Obviamente, la empresa no dio el dinero por perdido y acudió a la policía. La investigación descubrió que el hombre había extraído unos 15.500 euros en efectivo de su cuenta en Austria a través de un cajero automático en el sur de Hungría, suma que luego derivó a otra cuenta bancaria.

Con la ayuda de la Fiscalía del Distrito de Kaposvár, la compañía logró congelar la cuenta bancaria austriaca del acusado y que el dinero se transfiriera de nuevo a su propia cuenta bancaria.

Según consigna el medio magiar HVG, la empresa ya recobró alrededor de 72.000 euros, y espera recibir eventualmente el monto total transferido a su exempleado.

En cuanto al acusado, se le presentaron cargos de apropiación ilícita y se arriesga a una onerosa multa.

Curiosamente, este no es el primer caso de un pago salarial exorbitante que termina en la Justicia. En junio del año pasado informamos de un episodio similar ocurrido en Chile, en el que una empresa de embutidos depositó a un trabajador una suma equivalente a 27 años de sueldo. Tras descubrirse el error, el hombre aseguró que a primera hora del día siguiente iría al banco a anular la transferencia. Sin embargo, luego de pensarlo dos veces cambió de idea: renunció por carta a su empleo, se quedó con el dinero y contrató a un abogado.