En una polémica decisión que generó un repudio generalizado en la comunidad científica y médica, el sitio web oficial de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos fue modificado para sugerir falsamente una relación entre las vacunas infantiles y el autismo.

El cambio, que se produjo bajo la administración de Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud y ferviente activista antivacunas, eliminó la afirmación previamente destacada en la página titulada “Autismo y vacunas”, donde se indicaba que “los estudios han demostrado que no existe ningún vínculo entre recibir vacunas y desarrollar un trastorno del espectro autista (TEA)”.

Ahora, el sitio afirma que “la declaración de que las vacunas no causan autismo no está basada en evidencia”, lo que contradice décadas de investigación científica y la postura oficial sostenida por los CDC, la OMS, y múltiples entidades médicas internacionales.

Rechazo científico y advertencias médicas

Las reacciones no se hicieron esperar. La presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, Susan Kressly, calificó la modificación como “falsa, irresponsable y peligrosa”, y advirtió que esta decisión puede derivar en una disminución aún mayor de las tasas de vacunación y un repunte de enfermedades prevenibles.

“Desde 1998 se han realizado más de 40 estudios independientes en siete países, con la participación de más de 5,6 millones de personas. Ninguno ha encontrado un vínculo entre las vacunas y el autismo”, remarcó Kressly.

El nuevo contenido del sitio también apunta de forma selectiva a estudios marginales, teorías desacreditadas y posibles efectos del aluminio como adyuvante en vacunas, ignorando investigaciones recientes, como un estudio publicado este año en Annals of Internal Medicine, que evaluó a 1,2 millones de niños y no encontró asociación entre exposición al aluminio y TEA.

Cambios sin consulta científica

Según fuentes citadas por The Washington Post, los científicos de carrera dentro de los CDC no fueron informados ni consultados sobre los cambios en el sitio web. La decisión habría sido tomada de forma política, sin revisión científica interna.

Un vocero del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) solo respondió que el sitio se está “actualizando para reflejar la ciencia basada en evidencia”, sin especificar qué evidencia se está priorizando ni cómo se justifica el rechazo a investigaciones ampliamente reconocidas.

En una nota a pie de página, el sitio mantiene el subtítulo original “Las vacunas no causan autismo” —con un asterisco—, señalando que su permanencia fue el resultado de un acuerdo político entre Kennedy y el senador Bill Cassidy, lo que generó aún más cuestionamientos sobre la independencia científica de los contenidos.

Impacto y consecuencias

El giro discursivo en el sitio de los CDC podría tener consecuencias directas en la salud pública. Según expertos, legitimar este tipo de desinformación desde una plataforma oficial socava décadas de esfuerzos sanitarios y pone en riesgo la vida de niños y personas vulnerables.

“Quien repite este mito perjudicial —afirmó Kressly— está mal informado o busca engañar intencionadamente a los padres. Exigimos que se detenga inmediatamente la difusión de información falsa desde los organismos públicos”.

Organizaciones médicas, investigadores y asociaciones de padres han comenzado a movilizarse para exigir la reversión del contenido y la protección de la ciencia como base de la salud pública.