El Ozempic, conocido como el “fármaco milagro” para adelgazar, se ha popularizado en todo el mundo por su eficacia contra la diabetes tipo 2 y el sobrepeso. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Virginia ha encendido las alarmas al detectar que su uso podría reducir la masa muscular vital, con potenciales repercusiones negativas en la salud cardíaca, la capacidad física y la expectativa de vida.

El trabajo señala que, aunque este medicamento inyectable basado en agonistas de GLP-1 logra importantes reducciones de peso, la pérdida de músculo asociada podría comprometer la resistencia y la función cardiovascular. Los investigadores recomiendan que su uso vaya acompañado de programas de ejercicio y estrategias nutricionales para mitigar estos efectos.

Preocupaciones previas y efectos secundarios

En meses anteriores, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) había advertido de un posible —aunque muy infrecuente— riesgo de ceguera repentina. También se han documentado casos de envejecimiento facial prematuro en personas que pierden peso rápidamente con el fármaco.

Otros efectos no deseados por su uso sin supervisión incluyen piel descolgada, flacidez y pérdida de tonicidad.

Posturas médicas divididas

Algunos especialistas defienden que el Ozempic es seguro si se administra correctamente y en los pacientes indicados. El endocrino Cristóbal Morales subraya que “en ensayos clínicos en personas los resultados son muy buenos: pierdes ocho kilos de grasa y dos de músculo, y luego el organismo funciona mejor”. Aun así, insiste en que debe utilizarse bajo estricta prescripción médica y control permanente.