El productor de cine Harvey Weinstein, otrora una figura todopoderosa en Hollywood, será sentenciado este martes en Nueva York por un delito de agresión sexual en primer grado contra Miriam Haley, una exasistente de producción que lo acusó de haberle practicado sexo oral por la fuerza en 2006.

El caso no es nuevo: Weinstein ya había sido condenado por este mismo delito en 2020, pero la sentencia fue revocada en 2023 debido a un error procesal. En esta nueva instancia, podría enfrentar hasta 25 años de prisión, aunque ya ha cumplido seis, los cuales se le descontarían de una eventual pena.

Un nuevo juicio con viejas heridas

Este segundo juicio se extendió por seis semanas de testimonios y una de deliberaciones. Más de 30 testigos pasaron por el estrado y se revisaron pruebas documentales, incluidos correos electrónicos y fotografías que vinculaban al productor con celebridades y figuras políticas como Bill y Hillary Clinton, la reina Isabel II, y actrices como Gwyneth Paltrow.

El pasado 11 de junio, un jurado mayoritariamente femenino (7 mujeres y 5 hombres) lo declaró culpable por el caso Haley, pero lo absolvió de otro cargo similar presentado por la modelo polaca Kaja Sokola, quien afirmó que Weinstein abusó de ella cuando tenía solo 16 años.

Juicio nulo por una tercera acusación

Durante el mismo proceso, el jurado también abordó una tercera acusación: violación en tercer grado contra la actriz Jessica Mann, quien aseguró que Weinstein la violó en un hotel de Nueva York en 2013. Sin embargo, las deliberaciones terminaron en un juicio nulo luego de que se reportaran amenazas entre miembros del jurado, según explicó el juez Curtis Farber.

La Fiscalía ya ha confirmado que planea volver a juzgar a Weinstein por ese cargo antes de fin de año, y que la actriz está dispuesta a continuar con el proceso. No se descarta que la fecha de ese nuevo juicio sea anunciada mañana, junto con la sentencia por el caso Haley.

Apelación y defensa

El abogado defensor de Weinstein, Arthur Aidala, anunció que apelarán el veredicto por considerar que se trató de un proceso “injusto”, marcado por presuntas presiones internas en el jurado. La defensa ha sostenido que las relaciones sexuales con las víctimas fueron “consensuadas” y parte de dinámicas de poder en la industria del cine, una afirmación reiteradamente negada por las denunciantes.

Un símbolo del #MeToo, pero sin las multitudes

Las primeras denuncias contra Weinstein en 2017 dieron origen al movimiento #MeToo, que visibilizó abusos sistemáticos de poder en Hollywood y otras industrias. En aquel momento, el primer juicio en 2020 estuvo rodeado de protestas masivas frente al tribunal de Manhattan. Sin embargo, el ambiente en esta nueva instancia ha sido notablemente más silencioso, reflejando el desgaste de un movimiento que, si bien sigue activo, ya no convoca las mismas multitudes.

Weinstein, de 72 años, ya fue condenado en Los Ángeles a 16 años de cárcel por otro caso de violación en 2023. Si bien esa sentencia se mantiene vigente, la resolución de este martes en Nueva York será clave para el futuro judicial del exproductor y uno de los rostros más notorios de los abusos de poder en el cine estadounidense.

Con información de EFE