"Siempre tuve conocimiento de que había sido adoptada y el nombre de mi madre biológica. Lo que nunca supe es quién era mi padre. La sorpresa de la noticia me conmovió y despertó en mí la necesidad de conocer mi identidad, algo consagrado como un derecho universal".

"Intenté acercarme por intermedio de su letrado (Matías Morla) y al principio fui recibida con buen trato. Sin embargo, todas las promesas de que colaborarían conmigo se vieron frustradas y no quedó otra alternativa que iniciar acciones judiciales", había manifestado. Pero las gestiones iniciadas con su abogado, Marcelo Izquierdo, se vieron frustradas por la muerte de Maradona.

"Decidí hacer esto para ponerle fin a todas las especulaciones, teorías o hipótesis que se llevan a cabo respecto de mi causa. Quiero decirles que mi búsqueda siempre fue la misma, nunca tuvo desviaciones. Algo tan simple como resolver mi identidad, saber si Diego Maradona es mi padre biológico".

"Exijo que este tema sea tratado con el respeto que se merece. Yo no voy a parar hasta resolver esto, hasta saber si Diego Maradona es o no mi papá biológico. (...) Pido respeto, empatía, porque del otro lado hay una persona", concluyó enfática Magalí Gil.