De esto se tratará el capítulo:

El hijo del investigador Marcos Silva es ahora el único enlace con el pasado. Fabián y Doberti hacen guardia frente a su casa, esperando descubrir algo. La oficial Blanco regresa a Buenos Aires y Fabián le confía sus hallazgos. Sin embargo, en el departamento no hay interés en su caso. La novedad no ha sido incorporada al expediente y nadie parece interesado en remover los hechos.

Pasan los días y nada ocurre, Fabián va perdiendo la paciencia. Doberti se desespera y decide entrar en la casa de Silva. Un objeto brillante, en una repisa repleta de adornos, llama su atención; lo toma y se lo lleva al bolsillo. Fabián no llegará a tiempo, y tan sólo una misteriosa araña de bronce quedará como evidencia de un nuevo crimen.