La Justicia sigue en búsqueda del narco Pequeño J, también conocido como Julito, por la muerte de las Morena, Brenda y Lara en Florencio Varela. El caso se trata de las tres jóvenes argentinas que fueron torturadas y asesinadas luego de que, presuntamente, se quedaran con cocaína que pertenecía al líder narco y de una banda de sicariato.
La Policía, con orden de la Justicia argentina, llevó adelante un allanamiento en las últimas horas luego de recibir una pista de que el delincuente estaba en Villa Zabaleta. Si bien terminaron ocho personas demoradas, ninguno fue detenido y no se encontró al Pequeño J.
El allanamiento se hizo en un búnker en medio de un asentamiento, que tenía todo tipo de elementos en el terreno para evitar la operación policial.
Para llevar a cabo el triple homicidio, el narco creó un plan. En primer lugar, le ofreció a Lara US$ 300 para asistir a una “fiesta”. La joven de 15 años invitó a las otras dos víctimas, que eran primas.
Las mujeres debían subirse a un taxi de aplicación que a último momento fue cambiado por uno particular, que tenía una matrícula falsa para desviar la investigación. Las jóvenes fueron trasladadas desde La Matanza a la casa de Florencio Varela, que pertenecía a unos empleados de Julito, a quienes les pidió que la dejaran en orden para llevar a cabo el crimen.
“Los narcos les pidieron el jueves (un día antes del triple crimen) a los dueños de la casa que necesitaban usarla todo el viernes. ‘Pongan la casa a disposición’, les dijeron. Hicieron un pozo de grandes dimensiones en el patio el mismo viernes. Para cuando las pasaron a buscar a las chicas, el pozo ya estaba hecho”, dijo una fuente cercana el caso a Clarín.