Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Juegos peligrosos

Revelan las últimas palabras del custodio de Annabelle, la famosa muñeca endemoniada

Dan Rivera murió súbitamente mientras acompañaba la gira del juguete, y en circunstancias todavía no esclarecidas.

17.07.2025 14:03

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2025-07-17T14:03:00-03:00
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En las últimas horas, se conoció información acerca de las últimas horas de vida de Dan Rivera, “investigador paranormal” que custodiaba a la muñeca maldita Annabelle, célebre por inspirar la saga fílmica que lleva su nombre

Rivera, de 52 años, falleció durante el pasado fin de semana, y las causas y circunstancias de su deceso son investigadas.

El hecho ocurrió tras una presentación con entradas agotadas en Gettysburg, Pensilvania. Rivera se desplomó en su hotel y, aunque recibió maniobras de reanimación por parte de bomberos y médicos, falleció en el lugar. La causa oficial de su muerte aún no ha sido confirmada.

Según publicara el medio estadounidense TMZ, especializado en celebridades y espectáculos, horas antes de su muerte, Dan Rivera había hablado con varios compañeros de la gira que estaban haciendo con la muñeca.

Esa noche, Rivera dijo a sus compañeros que se iba a ir a la habitación del hotel porque no se sentía bien, contó al citado medio el forense del condado de Adams, Francis Dutrow.

De acuerdo con las declaraciones recogidas en el lugar, el deceso de Rivera fue constatado precisamente por sus compañeros, quienes se extrañaron por su prolongada ausencia y acudieron a su suite, donde lo hallaron ya fenecido.

El hecho de que el deceso se produjera en el marco de las presentaciones de la famosa “muñeca demoníaca”, y que el fallecido fuera una de las personas que tenía mayor proximidad con ella, generó las más calenturientas especulaciones.

Las autoridades de la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica, donde trabajaba Rivera, confirmaron que a pesar de la muerte del influencer van a seguir con la gira tal cual la tenían pautada.

“Planeamos seguir adelante con los eventos previamente programados para este año. Creemos de todo corazón que Dan hubiera querido que el trabajo continuara: unir a la gente, compartir conocimientos y honrar la memoria de Ed y Lorraine Warren”, sintetizó en un comunicado, recogido por TN, la organización.

No es la primera vez que la gira de Annabelle es noticia por episodios funestos.

En mayo pasado, cuando la muñeca estaba de paso por Nueva Orleans, un incendio destruyó una antigua plantación construida en 1859. La casa principal fue consumida por las llamas a pesar de los esfuerzos por contener el incendio. Al día siguiente, once presidiarios considerados peligrosos escaparon de una cárcel.

La verdadera historia de la muñeca Annabelle —cuya apariencia es muy diferente a la de la versión cinematográfica— es aún más escalofriante que la retratada en las películas. En 1970, una estudiante de enfermería llamada Donna recibió a la muñeca de trapo como regalo. Después de eso, ella y su compañera de cuarto, Angie, comenzaron a notar comportamientos extraños: la muñeca se movía sola y aparecían mensajes escritos en pergamino, un material que ellas no tenían, según se lee en Dark Blog, publicación especializada en temática paranormal.

Preocupadas, las jóvenes consultaron a un médium, quien afirmó que la muñeca estaba poseída por el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins. Conmovidas, las jóvenes decidieron permitir que el espíritu permaneciera con ellas. Sin embargo, los acontecimientos finalmente comenzaron a intensificarse, incluyendo ataques físicos a un amigo cercano, lo que las llevó a buscar la ayuda de Ed y Lorraine Warren.

La pareja de investigadores paranormales concluyó que la muñeca no estaba poseída por una niña, sino que era manipulada por una entidad demoníaca que ansiaba poseer un alma humana. Después de realizar un exorcismo en el apartamento de las muchachas, los Warren guardaron la muñeca en su Museo de lo Oculto en Monroe, Connecticut, donde la mantuvieron encerrada en una vitrina de cristal especialmente construida.

Ed Warren (1926-2006) advirtió que la muñeca estaba “poseída por un demonio” y que, de hecho, era un peligro que no debía ignorarse. Lorraine Warren (1927-2019) siempre evitó entrar a la habitación donde se guardaba la muñeca, afirmando que, a pesar de que todos los objetos del museo estaban “bendecidos por un sacerdote católico”, sentía allí la presencia del mal.


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