La vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, defendió la compra de doce sillas por parte de Ancap, por las cuales el ente pagó $ 1.111.571, y señaló que son parte del "avance de la legislación laboral".

En este progreso, dijo, aparecieron los técnicos prevencionistas, que previenen las enfermedades derivadas del trabajo. "Una persona que está ocho horas controlando una pantalla con los procesos de la planta, tiene ventajas físicas si está en una silla ergométrica", apuntó.

Topolansky apuntó que las sillas "son caras porque son especiales". "Hicieron de este tema un globo. En todos los países del mundo es así", sentenció.