Matilda Angeleri era una joven de 18 años que estudiaba en el preuniversitario Ramón Cereijo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que se quitó la vida tras años de bullying y acoso.

Según publicaron medios argentinos, el martes su madre, Rosana Plaza, recibió el diploma que le correspondería a su hija y mostró un cartel frente al resto de los presentes: “Matilda presente. Matías presente. ¡Basta de bullying en la UBA!”.

El segundo nombre refiere al caso de Matías Rolfi, joven de 27 que en octubre presuntamente se suicidó por bullying, en la Facultad de Medicina. Angeleri terminó con su vida en la semana que sus compañeros viajaban a Bariloche por la graduación, el 27 de setiembre.

En diálogo con Clarín, la madre contó que su hija “estaba muy acomplejada con su cuerpo” y “se veía distorsionada”. “La tiraban contra la puerta y le decían: ‘Gorda, correte de acá’. En el recreo siempre estaba sola”, dijo.

Además, con respecto a que le sugirió más de una vez cambiarse de colegio, expresó: “Ella quería que la aceptaran, tenía la esperanza. Me decía: ‘Mami, no quiero empezar otra vez, acá ya los conozco. En algún momento me van a aceptar’”.

La UBA no lo supo manejar. No supo preservar a las personas. No digo que sean los culpables, pero imaginate la cantidad de horas que pasan esos chicos ahí adentro”, manifestó Plaza.