Este martes, la genetista que trabajó en el caso de la adolescente Lola Chomnalez dio más detalles sobre el procedimiento que dio con el procesamiento de un hombre la semana pasada. La joven se encontraba de vacaciones en Valizas (Rocha) cuando fue reportada como desaparecida a fines de 2014. Su cuerpo fue hallado por militares dos días después, el 28 de diciembre de ese año, en una zona de dunas cerca de la playa.

Así, Natalia Sandberg sostuvo que su principal motivación detrás de su trabajo era la familia de la víctima. “Ver la familia, ver el caso, me conmovió muchísimo”, expresó en rueda de prensa consignada por Telemundo.

En esta línea, manifestó que fue ese su “motor” para “empezar a encontrarle otra vuelta” al software de reconocimiento de datos, ya que “del trabajo habitual no iba a surgir nunca” porque el procesado no estaba en la base de datos. Según explicó Sandberg, el presunto responsable del crimen tenía antecedentes penales (por lesiones personales y violación), pero eran anteriores a 2014, fecha en que fue creada la base de datos.

Ante esa dificultad inicial, la genetista “maximizó el software”, es decir, lo amplió para incluir a los familiares de los criminales. “Le busqué la vuelta. Uno puede ver desde la genética que existen familias de criminales enteras. Entonces traté de usar eso y convertirlo en un hallazgo genético", aseveró. Ese trabajo implicó que Sandberg se dio “la cabeza contra la pared un millón de veces”. “Ensayo y error, estudio, asesoramiento en el exterior; un proceso muy complejo”, señaló.

Así, dio con un perfil cuyo ADN coincidía con el encontrado en la mochila de Chomnalez. Se trataba de un recluso que se vinculaba por el lado materno; las autoridades policiales investigaron a los hijos de la mujer y se llegó al hombre que eventualmente fue detenido y procesado por “homicidio muy especialmente agravado”.

“Fue un orgullo tremendo por no haber bajado los brazos”, indicó Sandberg. Cuando terminó la investigación “fue completamente emocionante, una alegría enorme”, sostuvo.

“Mi sueño era mirar a los padres a la cara y decirles que los dejamos todo", manifestó la experta; al respecto, contó que logró comunicarse telefónicamente con los padres de Chomnalez tras el hallazgo.

Finalmente, destacó también que el trabajo de parte de Policía Científica, el juez y del grupo de investigadores conllevó un “hermetismo total” a raíz de la delicadez y complejidad del caso. “La idea era no andar avivando a nadie de que esto se estaba llevando a cabo”, dijo.