El fiscal Fernando Romano admitió este miércoles que se "equivocó" en el acuerdo alcanzado el martes con uno de los imputados por destrozos durante la marcha contra la cumbre del G-20, al permitir que pudiera suspender la medida cautelar impuesta para irse de vacaciones en el verano.

Romano fue consultado este miércoles por el diario El Observador, instancia en la que admitió el error: "Me equivoqué en la evaluación del acuerdo con el abogado defensor".

De todos modos, consideró que el acuerdo alcanzado "no modifica en nada" la medida de tener que presentarse semanalmente en una dependencia policial durante cuatro meses.

"Reconozco que para la opinión pública puede verse mal pero si yo no accedía a la suspensión, el joven igual podía ir y venir en el día desde Valizas a firmar, porque no iba a quedar encerrado en la seccional", argumentó.

El joven había sido imputado por el fiscal por el delito de "lesiones personales", tras agredir al periodista Diego Castro de Teledoce, que cubría la marcha.

Romano alcanzó un acuerdo con la defensa del detenido para establecer una suspensión condicional del proceso que también incluyó un pedido de disculpas al periodista. La suspensión implica que, si el joven cumple la medida impuesta durante los cuatro meses, el antecedente se borrará.