Continúa la búsqueda de Micaela Onrrubio en San José, mientras en paralelo se investiga el posible vínculo del imputado por este caso con otra desaparición ocurrida en el pueblo en 2004.El padre de Micaela afirmó esta semana que quería hablar con el sospechoso encarcelado para ver si logra "ablandarle el corazón" y que revele algún detalle del paradero de Micaela.

¿Cuál es el perfil de este hombre? ¿Podría ser responsable de otra desaparición similar de hace tanto tiempo? ¿Sería recomendable que el padre de la víctima hable con él? Para responder alguna de estas interrogantes, esta mañana Informativo Carve dialogó con Gustavo Álvarez, psicólogo forense y con formación en perfilamiento criminal.

Álvarez explicó que, sin haber trabajado en este caso en particular y refiriéndose en forma general a este tipo de personalidades, cree que por la franja etaria en la que se encuentra y por sus características psicopáticas, no sería extraño que hubiese cometido delitos similares en el pasado.

"La actividad delictiva en el psicópata comienza temprano y va decayendo luego de la quinta década, hasta por razones fisiológicas. El psicópata, cuando mata con esta suerte de expertise, con esta conducta delictiva, tiene cálculo, conciencia y voluntad. La descripción de sus hechos, a través de testigos, llevan a pensar en la frialdad que caracteriza al psicópata, con un mantenimiento de la conducta aún en estado de indefensión de la víctima", afirmó.

Una personalidad de este tipo "lo que no tiene es capacidad de remordimiento". "En cualquier estructura neurótica normal queda un eco afectivo durante o luego del hecho delictivo. Aquí no aparece ni en el transcurso ni en el momento posterior, porque no se autoinculpa pese a lo abrumadoras de las pruebas", sostuvo Álvarez.

Aseguró que en el terreno de la hipótesis no asombra que exista otra víctima. "Sí me inquieta cómo la falta de métodos investigativos lleva a situaciones evitables. A veces, los investigadores toman algunos delitos sin rigor y pueden generar víctimas evitables. Esta muchacha desapareció en 2004 y el tema se terminó", criticó. Debe recordarse también que la desaparición de esta muchacha fue denunciada recién nueve meses después de que ocurrió.

Para Álvarez una posible reunión del padre de la víctima con el imputado va a ser más perjudicial que beneficiosa. "Que se le ablande el corazón es algo poco probable por las características del psicópata, que no tiene capacidad empática. Otra cosa no menos importante: el psicópata goza en el horror y dolor del otro. No son pocas las veces en que un psicópata, en una situación como esta, juega con la víctima o los familiares de la víctima, dando pistas erróneas, o pidiendo cosas a cambio de dar algo. No es una recomendación, más allá de ser totalmente entendible", dijo, ya que las personalidades como las del imputado "suelen mantenerse en la negativa incluso en grados absurdos" y "es probable que se mantenga en la negativa total del delito".