El fenómeno de El Niño, caracterizado por el calentamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico, lo que generó cambios en las condiciones climáticas de todo el mundo, está llegando a su final.

Comenzó en junio del año pasado y causó destrozos en la región, sobre todo en Brasil. También favoreció las inundaciones que vivió Uruguay hace algunos meses, que dejaron a más de 2.000 personas evacuadas. 

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) indicó que los datos de las anomalías de la temperatura de la superficie del mar indican que El Niño está llegando a su final. Es de esperar que a finales del mes, es decir, la semana que viene, se viva una “fase de neutralidad” con respecto a las temperaturas hasta la llegada de La Niña. 

Si bien entre los modelos meteorológicos, según NOAA, no hay consenso del mes preciso en que empezará La Niña, la mayoría de las simulaciones climáticas indican que será a partir de mediados de año. 

Este fenómeno se caracteriza por su falta de precipitaciones y sus temperaturas por debajo de lo normal. La última vez que La Niña estuvo presente fue entre 2020 y 2023, un evento prolongado que trajo sucesivas sequías en el sur de Brasil y una crisis hídrica en Uruguay, Argentina y Paraguay.

Según indica MetSul, en Uruguay el fenómeno impulsa la falta de precipitaciones y también la entrada de masas de aire frío. Sin embargo, en verano favorece las olas de calor y las temperaturas muy por encima de la media. 

El año pasado, Uruguay vivió una de las peores sequías de la historia, que llevó a que se declarara la emergencia hídrica por la poca lluvia que se registró en la región.