El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que va a pedir un depósito de hasta US$ 15.000 para solicitantes de visas de turismo de países con altos índices de personas que exceden su permanencia autorizada en el país.
El Departamento de Estado publicó una notificación en el Registro Federal sobre el próximo comienzo de un programa piloto de 12 meses para extranjeros que soliciten los visados B-1/B-2, reservados para negocios o placer, aunque indicó que publicará más adelante el listado de países afectados.
“Los funcionarios consulares podrían requerir a los solicitantes de visas de no inmigrantes que paguen una fianza de hasta US$ 15.000 como condición para la emisión del visado”, establece el documento oficial.
El programa estima que cerca de 2.000 solicitantes afrontarán el pago de una fianza promedio de US$ 10.000 durante el programa piloto y que, después de demostrar que no permanecerán en Estados Unidos, los extranjeros podrían obtener el reembolso total del dinero.
La administración de Donald Trump justificó la medida al estimar que hay más de 500.000 personas que en el año fiscal 2023, los datos más recientes, excedieron la permanencia de sus visados.
Datos de 2023 de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza revelan que entre los países con altas tasas de permanencia tras el vencimiento de la visa se encuentran Angola, Liberia, Mauritania, Sierra Leona, Nigeria, Cabo Verde, Burkina Faso y Afganistán.
En la versión de 2020 del programa piloto, la medida recayó en viajeros de Afganistán, Angola, Burkina Faso, Birmania, Chad, Congo, Eritrea, Irán, Laos, Liberia, Libia, Sudán, Siria y Yemen.
Con el programa, “el Departamento manda un mensaje a todos los países para que tomen acciones inmediatas para incentivar a sus ciudadanos a cumplir con la ley de inmigración de Estados Unidos y abordar la insuficiente verificación de identidad y antecedentes criminales”, argumenta el documento.
Esta fianza se suma al incremento de costos para visados aprobado en julio en “la gran y hermosa ley” de Trump, como la “tarifa de integridad de visa”, de al menos US$ 250 a los permisos de todos los extranjeros que ingresen al país como visitantes.
La ley de Trump también impone incrementos en el valor de otras solicitudes, pues por primera vez los migrantes no solo deben pagar una tarifa para solicitar asilo, fijada en US$ 100, sino un precio adicional de US$ 100 cada año que la solicitud esté pendiente de resolución.
Con información de EFE.