A partir de este martes, los viajeros que pasen por aeropuertos en Estados Unidos ya no tendrán que descalzarse en los controles de seguridad, según confirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

"¡Gran noticia del Departamento de Seguridad Nacional!", escribió Leavitt en su cuenta oficial en la red X, al anunciar el fin de una norma que estuvo en vigor por casi dos décadas y que se convirtió en una de las medidas más características —y controvertidas— del sistema de seguridad aeroportuaria estadounidense.

Cambio tras casi 20 años de vigencia

La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) comenzó a exigir la retirada del calzado en 2006, tras reportes de inteligencia que advertían sobre intentos de atentados mediante explosivos ocultos en zapatos. La decisión tuvo como antecedente directo el caso de Richard Reid, un ciudadano británico que en 2001 intentó detonar explosivos a bordo de un vuelo entre París y Miami.

Inicialmente optativa, la medida se volvió obligatoria y se convirtió en parte de la rutina de los controles previos al embarque en vuelos comerciales. Su eliminación marca un giro en la política de seguridad, orientado a mejorar la experiencia del pasajero sin comprometer los estándares de protección, según adelantó el Departamento de Seguridad Nacional.

Presentación oficial

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ofrecerá una conferencia de prensa este martes en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en Washington D.C., donde detallará el alcance de la nueva política.

Según trascendidos, además de eliminar el requisito de descalzarse, la medida buscará reducir tiempos de espera, agilizar procesos de control y elevar los niveles de satisfacción de los usuarios, en un contexto donde el tráfico aéreo ha retomado niveles prepandemia.

Con información de EFE