En las últimas horas, un grupo de abogados que defienden a damnificados de Conexión Ganadera presentó una denuncia ante la Fiscalía de Lavado de Activos, dirigida por Enrique Rodríguez, porque entienden que “hubo hechos nuevos” en la causa que involucran a la familia del fallecido fundador del “fondo ganadero”, Gustavo Basso.
Hasta el momento, la Justicia imputó por lavado de activos y envió a prisión preventiva a Pablo Carrasco y a su esposa, Ana Iewdiukow. En tanto, la esposa de Basso, Daniela Cabral, permanece en prisión domiciliaria tras ser imputada por un presunto delito de estafa.
El reclamo formal fue presentado por los abogados Santiago Alonso, Graciana Abelenda, Leonardo Costa y Joaquín Bonaudi, en representación de las víctimas que cada uno de ellos patrocina.
Tal como informó Montevideo Portal en primera instancia, tras la apertura judicial de la herencia de Basso, se detectaron créditos millonarios contra la empresa frigorífica Fricasa. En un principio, esos créditos fueron declarados por unos US$ 20 millones, pero finalmente solo se pudieron verificar alrededor de US$ 3 millones.
Parte del dinero que se suponía iba a ser verificado fue a parar a cuentas personales de familiares de Basso. Concretamente, a las de sus hijas Agustina y Candelaria Cabral, así como a la de su yerno, Alfredo Rava.
“Figuran como abonadas con transferencias bancarias a la cuenta de Gustavo Basso y, luego del fallecimiento del mismo, a la cuenta de Alfredo Rava y Agustina Basso”, indica el documento al que accedió Montevideo Portal.
Lo que denuncian los abogados es que las tres personas mencionadas habrían denunciado créditos que ya habían sido cobrados previamente. Esto, sostienen, podría configurar delitos de lavado de activos, encubrimiento y asistencia al lavado, dado que el origen de esos fondos sería presuntamente ilícito, al provenir de inversiones realizadas en Conexión Ganadera.
“El origen de estos fondos sería ilícito, ya que se trataría de dinero aportado por las víctimas de Conexión Ganadera”, señala la denuncia.
Asimismo, se indica que el dinero habría sido desviado desde Fricasa y luego convertido y transferido a cuentas personales de las hijas de Basso y de su yerno. Se estima que el total de las maniobras asciende a US$ 280.518,44.
Ese monto fue transferido en 14 operaciones distintas, todas realizadas con posterioridad a la muerte de Basso, quien se suicidó el 28 de noviembre de 2024. “Comparecieron denunciando créditos inexistentes, partiendo de la base de que ya los habían cobrado previamente”, agregan los abogados denunciantes.