Tras la decisión de ir a concurso, Balsa y Asociados convocó a una reunión el pasado miércoles por la noche en la que participaron directivos de la compañía desarrolladora así como también propietarios e inversionistas de los barrios privados y edificios.

Balsa y Asociados tiene tres emprendimientos inmobiliarios en pleno desarrollo: La Juana, Carlota y Pilar de los Horneros. La decisión de presentarse a concurso de acreedores se da luego del envío a seguro de paro de 400 trabajadores y la suspensión de la cadena de pago en algunos servicios.

Uno de los aspectos que se mencionaron en el encuentro del miércoles en la noche es que es necesario que los involucrados se separen en grupos. Es decir, hacer divisiones entre aquellos que tienen propiedades, los que no y los compradores que aún no recibieron la propiedad porque no está terminada.

La mayoría de los propietarios se centraron en el pago de los gastos comunes, algo que desde Balsa y Asociados respondieron que el estudio jurídico que los representa, Hughes y Hughes, está estudiando acerca de las consecuencias de seguir o no abonándolos.

Uno de los obstáculos que puede haber en este sentido es que uno de los socios de Balsa y Asociados no estaba en conocimiento de la situación que llevó a la presentación del concurso. Esta empresa asociada no firmó el concurso voluntario con Balsa, por lo que es fundamental para los propietarios dado que en caso de que no suceda el concurso pasaría a ser “necesario” y no “voluntario”.

En el caso de que el concurso de acreedores sea sin desplazamiento de autoridades, algo que se espera que suceda, los gastos comunes se seguirían abonando como hasta ahora en una cuenta que no es de las empresas concursadas.

Los servicios

En la reunión del pasado miércoles también se aclaró que en principio los servicios se seguirán manteniendo, salvo aquellos que tienen relación con las empresas concursadas. Por ejemplo, en algunos barrios de Balsa y Asociados tienen una “guardia”, que se trata de un auto que recorre la zona. Esto pertenece a Desarrollo Verde, que es una empresa de Balsa que también está concursada.

Lo mismo sucederá con la barométrica, un servicio del que la desarrolladora se estaba haciendo cargo en los barrios en construcción porque aún no se había realizado la conexión al saneamiento. En este caso, otra de las empresas concursadas que integra Balsa y Asociados emitía los cheques, pero rebotaban por falta de fondos.

Por esto, los propietarios deberán hacer un contrato directamente con la barométrica para poder seguir manteniendo el servicio, según dijeron a Montevideo Portal fuentes vinculadas al caso.

Diferencia entre concurso voluntario y necesario

El concurso de acreedores, según la legislación actual, será voluntario cuando sea solicitado por el propio deudor, mientras que en cualquier otro caso pasará a ser necesario. Para esto es necesario que todas las empresas socias que integran Balsa y Asociados firmen.

Ir a concurso implica que ningún acreedor podrá iniciar ejecución contra el deudor por créditos anteriores. Además, aquellos que mantengan deudas anteriores a la declaración del concurso no podrán presentarse a juicio.

En caso de que la sentencia declare culpable el concurso, se puede puede inhabilitar al deudor persona física o a los administradores, liquidadores, aún de hecho, y miembros del órgano de control interno de la persona jurídica para administrar los bienes propios o ajenos por un período de cinco a 20 años, así como para representar a cualquier persona durante el mismo período, según la ley 18.387.