El diputado del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), César Vega, habló en rueda de prensa este jueves en el Parlamento donde hizo un "pedido de moratoria de la vacunación" e hizo planteos contra el pase responsable que implementa el gobierno.

"En muchas partes del mundo, ahora mismo, está muriendo mucha gente después de vacunarse", agregó. Además, Vega dijo que "el mapa del Índice de Harvard está muy mal construido".

"Deseamos que la gente no muere ni vacunada ni no vacunada, por eso planteamos los métodos alternativos que se están usando en mucha parte del planeta y en Uruguay están siendo despreciados", añadió en declaraciones consignadas por 970 Noticias (radio Universal)

Vega plantea "suspender la campaña de vacunación y hacer análisis de verificación teórica en base a un montón de argumentos" que está dispuesto a brindar en una "discusión científica" en modo de debate.

El diputado señaló que no niega la existencia del coronavirus, sino que comentó que hay reparos a la campaña de vacunación.

Por otro lado, presentó a dos mujeres, Dahiana y Yenny, que tenían imanes pegados a su cuerpo. Vega señaló que ellas estaban "imantadas" debido a recibir la vacuna anticovid.

"El pueblo se merecen una explicación. Ellas se merecen una explicación", sostuvo Vega y dijo que hay "más casos" como el de ellas, además mostró en el Parlamento un video donde se ve a personas con metales pegados a su cuerpo. Desde tenedores a imanes, entre otros elementos.

Qué dice la ciencia

Julio Medina, director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas y exintegrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), sin nombrar a Vega hizo referencia a los dichos del diputado.

"No Sr. No ´hay dos bibliotecas de científicos´. Están los científicos y los anticiencias. Estos últimos tienen una actitud crítica contra la ciencia y el método científico", comentó el infectólogo en su cuenta de Twitter.

Según informó EFE Verifica, "es imposible inocular con vacunas anticovid soluciones metálicas que actúen como un rastreador y magneticen la zona del brazo donde se administra el fármaco, como afirman usuarios de redes sociales en vídeos virales que muestran imanes, monedas o teléfonos móviles adheridos a la piel de distintas personas".

"Es físicamente imposible que una vacuna contenga algún tipo de solución metálica capaz de atraer imanes o de actuar como uno de ellos", dijo a EFE Verifica el físico Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física en la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS).

Por su parte, el doctor Amós García Rojas, jefe de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), dijo al citado medio que "es absolutamente imposible que los controles legales y sanitarios, nacionales e internacionales, impuestos a las vacunas permitieran componentes de este tipo".

El medio digital argentino Chequeado informó meses atrás que "las vacunas contra el nuevo coronavirus no poseen metales magnéticos o bien una cantidad de material suficiente para hacer lo que se indica en los videos. Sin embargo, es verdad que ciertos objetos -incluso lo que no están magnetizados- pueden quedar pegados a nuestro cuerpo".

En algunos casos sí tienen componentes como el hidróxido de aluminio en forma de gel -como en el caso de AstraZeneca-, pero esta sustancia se usa desde hace décadas en las vacunas y es completamente inocua, explicó a Chequeado Eloísa Arana, doctora en Bioquímica y Biología Molecular del Conicet.

En ese sentido, el físico Jordi Sort, quien lidera el Grupo de Materiales Inteligentes de Nanoingeniería, Nanomecánica y Nanomagnetismo de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), en España, aclaró a Newtral -un sitio de fact-checking español que forma parte de la red International Fact-Checking Network (IFCN), de la que también es parte Chequeado- que, para crear el efecto que se observa en los videos, "se necesitaría un implante debajo de la piel con una cantidad suficiente de material ‘magnético' para que atrajera un imán". Y las vacunas no llevan tal implante.