La Asamblea General de la ONU aprobó este martes por una abrumadora mayoría de 153 votos favorables, frente a 10 en contra y 23 abstenciones, una resolución que pide “un alto el fuego humanitario inmediato” en Gaza. Este es un resultado mucho más abultado que el obtenido a fines de octubre.

En esta instancia, al igual que en la anterior, Uruguay se abstuvo de votar la resolución. Países como Argentina, Bulgaria, Camerún, Alemania o Italia también se abstuvieron.

“Otra mancha más”, criticó el senador del Frente Amplio Daniel Caggiani.

Al terminar la votación, varios países aplaudieron enfáticamente el resultado en este llamamiento internacional al alto el fuego, aun cuando las votaciones de la Asamblea no tienen carácter vinculante.

La resolución de hoy era “de mínimos”, y se concentró en pedir el alto el fuego ante “la situación humanitaria catastrófica en la Franja de Gaza y el sufrimiento de la población palestina”, aunque incluyó también un llamamiento a la liberación de todos los rehenes y no mencionó a Hamás por su nombre.

Previo a la resolución misma, la Asamblea rechazó dos enmiendas que trataron de introducir Austria y Estados Unidos, en el primer caso para condenar explícitamente los atentados del brazo armado de Hamás del pasado 7 de octubre y en el segundo para introducir, además, una condena de la violencia sexual cometida supuestamente por los miembros de Hamás en aquel ataque y en el tratamiento a sus rehenes.

En la sesión de hoy, el presidente de la Asamblea, Dennis Francis, que suele limitarse a intervenciones de procedimiento sin expresar su opinión, tomó la palabra al comienzo de la sesión y proclamó: “Me pregunto cuántas miles de vidas más tienen que perderse antes de que hagamos algo. No queda tiempo. Esta carnicería debe parar. Así que sumo mi voz a la demanda de un alto el fuego humanitario inmediato”.

Estados Unidos, aliado inquebrantable de Israel, fue uno de los países que votó en contra de la resolución, junto con otros como Austria, Guatemala o Paraguay.

En palabras de la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, “alto el fuego ahora mismo sería en el mejor de los casos temporal, y en el peor peligroso para los israelíes, que se encontrarían sujetos a ataques sin merced, así como peligroso para los palestinos, que merecen la oportunidad de un futuro mejor, libres de Hamás”.

Thomas-Greenfield lamentó que su país no puede apoyar “un Consejo de Seguridad sesgado ni una Asamblea General que ignora todo aquello que defendemos”.

Las mismas ideas fueron repetidas por el embajador de Israel, Gilad Erdan, que fiel a su estilo fue más lejos en la retórica, al decir que “todos los que apoyen esta resolución están dando vía libre a los terroristas [porque] un alto el fuego significa una única cosa, la supervivencia de Hamás”.

Añadió que resoluciones de este tipo convierten a la ONU “en una mancha moral para la humanidad”, además de contribuir a su irrelevancia.

Con información de EFE