El senador nacionalista y exministro de Defensa Nacional, Javier García habló sobre un proyecto de ley presentado en el Parlamento desde filas frenteamplistas que propone sanciones ante el negacionismo del terrorismo de Estado.

El proyecto fue presentado por la diputada del Frente Amplio Micaela Melgar, y fue ingresado este miércoles a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes.

En su redacción propone que quien niegue públicamente los delitos de lesa humanidad cometidos en dictadura deberá “corregir el sentido de sus afirmaciones, retractándose en el mismo espacio público en que hayan sido vertidas”.

La pena ante la negativa de esto sería “siete a 30 días de prestación de trabajo comunitario, abocado específicamente a tareas de señalización, reparación y mantenimiento en Sitios de Memoria Histórica”, dice el texto.

Para García, “el proyecto de ley es preocupante al máximo”. “Es realmente de un pensamiento totalitario y autoritario que uno pensaba que estaba erradicado en el Uruguay desde hace décadas, porque es exactamente lo contrario de la libertad”, manifestó el exministro que dimitió para dedicarse a la campaña por el Partido Nacional.

“En el Partido Nacional y la mayoría de los uruguayos luchamos por la libertad, para que todos pudiéramos opinar de la forma que creyéramos. Ahora, que desde el Estado haya una ley que dice cómo se debe opinar y que quien no tiene esa manera de pensar con respecto al pasado reciente puede ser sancionado y penalizado es una barbaridad, fruto de una mentalidad autoritaria y totalitaria”, consideró.

Para García el pensar distinto es algo propio de las sociedades libres. “No conozco sociedad libre que tengo opiniones de consenso”, expresó. “No puede haber un pensamiento único sobre un tema porque es antinatural; donde hay personas, hay libertad y todo el mundo tiene que hacerse cargo y responsable por sus opiniones”, expresó.

Consultado por su opinión sobre el tema de la dictadura, dijo que él “peleó contra la dictadura y el totalitarismo” con Wilson Ferreira. Pero “que lo haya hecho” no le “da autoridad para eliminar otro pensamiento” y que “cada uno que opine lo que quiera”.