Miles de brasileños, autoridades y exfiguras del fútbol se despedían este lunes de su Rey Pelé, fallecido el jueves a los 82 años, en un solemne velorio en el estadio del Santos, el equipo donde forjó buena parte de su leyenda.
Los seguidores, muchos llegados de otras ciudades del gigante latinoamericano, continuaban haciendo fila al caer la noche afuera del estadio Vila Belmiro para acceder al terreno. Allí les esperaba el féretro abierto rodeado de coronas de flores blancas, cubierto con una bandera de Brasil y otra del Santos.
Algunos gritaban "¡Pelé, Pelé!" y entonaban cánticos destacando a O Rei por encima del argentino Diego Maradona, su gran rival, ahora también junto a Lionel Messi, por el trono del mejor artista de la pelota.
Diez horas después del inicio, la fila continuaba igual de numerosa.
El velorio se desarrolla en una atmósfera ceremoniosa, con pocas muestras de pasión desbordada como las evidenciadas en el de Maradona, en noviembre de 2020 en Buenos Aires.
Marcia Cibele Aoki, tercera esposa del exdelantero, fue una de las primeras en acercarse. Vestida de negro y entre lágrimas, pasó la mano sobre la cabeza del astro, con quien se casó en 2016.
También hicieron presencia al menos tres -Edinho, Kely y Flavia- de los seis hijos vivos del inolvidable 10, además de exinternacionales brasileños como Paulo Roberto Falcao, Zé Roberto o Mauro Silva.
Visita de Lula
El flamante mandatario brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, visitará en la mañana del martes el recinto deportivo para homenajear a O Rei y expresar "solidaridad" con la familia, informó Presidencia. Su investidura el domingo en el Congreso en Brasilia se inició con un minuto de silencio en memoria de Pelé.
El presidente y la primera dama, Rosangela "Janja" da Silva, enviaron una corona de flores al velorio, según mostró la prensa local el lunes.
El jefe de la FIFA, Gianni Infantino, prometió en las puertas del estadio que la institución homenajeará al Rey como se merece.
"Pediremos a todas las federaciones en el mundo entero, los 211 países, que nombren un estadio en cada país con el nombre de Pelé, porque los jóvenes tienen que saber y recordar quién era", dijo Infantino, que estuvo acompañado del presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ednaldo Rodrigues, y de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
Pelé "es eterno. Es un ícono mundial del fútbol. Hizo por primera vez muchas cosas que en el fútbol el 99% apenas puede soñar con hacer, y el 1% restante lo hizo después de él", agregó.
El padre de Neymar, surgido también en el Peixe, asistió en nombre de la familia del actual 10 de la Seleçao, quien no viajará a Brasil.
"Pelé inspiró a todas las generaciones", dijo el padre de Ney, que en el Mundial de Catar igualó al ídolo como máximo goleador de los pentacampeones (77 goles).
Vidas marcadas
Los seguidores se deshacían igualmente en elogios con el exfutbolista que les hizo vibrar como ningún otro mientras esperaban entrar en el estadio.
"Mi infancia estuvo marcada por lo que Pelé hizo por Brasil, en los partidos de los Mundiales", explicó Carlos Mota, de 59 años, que viajó desde Rio de Janeiro con su hijo Bernardo, de 12 años.
"Siempre le dije a mi hijo que hay tres cosas que no se discuten: que el balón es redondo, el césped es verde y Pelé, el más grande", agregó este trabajador del sector bancario.
Los restos del único jugador en ganar tres mundiales (1958, 1962, 1970) arribaron en la madrugada en una caravana salida desde el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde estuvo internado desde el 29 de noviembre hasta su fallecimiento.
El ingreso estará permitido de manera "ininterrumpida" hasta el martes a las 10H00 locales (13H00 GMT), tras lo cual empezará una procesión por las calles de Santos, a 75 kilómetros de Sao Paulo.
Terminará en un mausoleo con una ceremonia religiosa y un entierro reservado para la familia, dijo a AFP una fuente del memorial.
En ese mismo cementerio de la ciudad portuaria descansan los restos del padre, el hermano y la tía de Pelé.
"El más grande"
La muerte del exatacante, que reivindicó 1.283 goles en 21 años de carrera, la mayoría de ellos en el Peixe, causó conmoción y suscitó mensajes de condolencias en todo el planeta.
Pero había expectativa por saber si su deceso, a consecuencia de un cáncer de colon que le fue detectado en septiembre de 2021, provocaría una asistencia masiva al velorio debido a las vacaciones de fin de año y al hecho de que el O Rei también fue criticado por su silencio sobre la dictadura militar (1964-1985) y el racismo.
Finalmente, miles soportaron horas de espera bajo altas temperaturas para despedir al hombre que hizo famoso el nombre de Brasil. Algunos incluso entraron más de una vez.
"Es el más grande del fútbol, había que rendirle homenaje", dijo Guilherme Lombardi, un hincha santista de 23 años que aguardaba con una botella de agua en la mano el avance de la fila que se extendía por varias cuadras.
Por Rodrigo Almonacid para AFP