Los familiares de Brenda Castillo y Morena Verri, dos de las víctimas del triple feminicidio a manos de un grupo narco el pasado 19 de setiembre, se expresaron después de que las autoridades de Perú detuvieran a Tony Janzen Valverde, conocido como Pequeño J, y al presunto cómplice, Matías Agustín Ozorio, para extraditarlos a Argentina y juzgarlos por el homicidio.
“Nos enteramos a la noche, estábamos con Diego Storto [abogado de la familia], que nos dijo ‘falta poquito, falta poco’ y fue una sensación de alivio, siempre que vienen noticias buenas nos da alivio. Hay que ver qué pasa en estas horas. Para eso está la Justicia”, dijo a C5N el abuelo de las jóvenes que, junto a Lara Morena Gutiérrez, fueron asesinadas en la localidad de Florencio Varela.
Sin embargo, el hombre puso en duda que el Pequeño J sea el líder de la banda narcocriminal señalada por la Justicia como responsable de los feminicidios. “No podemos pretender que un pibe de 20 años sea la cabeza de todo esto. Por lo menos a mí no me cierra”, dijo y añadió que cree que hay una estructura mayor porque “siempre hay un ideólogo”.
Avances de la investigación
Tony Janzen Valverde Victoriano y Matías Agustín Ozorio fueron capturados este miércoles, por la Policía Nacional de Perú en el sur de Lima, tras una operación conjunta con las fuerzas argentinas.
Según explicó este miércoles en una entrevista con Radio 10 el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, el operativo incluyó vigilancia, intervención telefónica y cooperación internacional.
“Pudimos intervenir los teléfonos, fuimos siguiendo las antenas. Él [Pequeño J] se movía permanentemente. La información de los teléfonos la compartimos con la Policía de Perú, porque usaba un chip con prefijo de allá, y cuando llegó al país ellos lo detectaron”, dijo Alonso y reveló que la Policía peruana detuvo, en la mañana del martes, a Ozorio y, horas más tarde, al supuesto líder de la banda.
Alonso aseguró que el triple feminicidio fue “perpetrado para que el caso quedara impune” y fue “parte de un mensaje que quiso dar hacia subordinados, hacia otras bandas y también a sus superiores”.
Además, el funcionario aseguró que faltan detener dos personas más, que habrían trasladado a las jóvenes al lugar del crimen, y confirmó que hay dos testigos que dicen haber visto un video de los asesinatos, aparentemente distribuido en una plataforma encriptada.
La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, dijo este miércoles que la banda habría quedado desarticulada tras la caída de Pequeño J y su cómplice, y desestimó que haya una organización mayor detrás de los ataques. Hasta el momento, hay nueve personas detenidas en la causa.
EFE