El jueves, y al cabo de una dilatada acción judicial, la Justicia condenó a Alberto Iglesias, quien fuera el último presidente de la mutualista Casa de Galicia, cerrada en diciembre de 2021. La condena fue por delito de apropiación indebida, dado que se entendió que Iglesias se quedó con 180.000 dólares de la empresa.

El dinero era parte del producto de la enajenación de un inmueble y, según expresó la jueza Diovanet Olivera, "no tuvo la finalidad debida, que era ingresarlo a Casa de Galicia. Se perdió la trazabilidad del uso adecuado. No figura registrado en ningún lado".

La liquidación de la histórica mutualista sucedió en tiempos en los que la cartera de Salud Pública estaba en manos de Daniel Salinas, entonces integrante del partido Cabildo Abierto, y hoy alejado de la actividad política.

Durante el discutido proceso de disolución de Casa de Galicia, Iglesias cargó en más de una oportunidad contra Salinas, al que tachó de “mentiroso”.

Anoche, luego de conocerse el dictamen judicial, Salinas utilizó su cuenta en la red social X para emitir un somero comentario.

“En el día de hoy se ha dictado sentencia sobre uno de los principales desafíos que debió enfrentar el MSP durante la gestión que tuve a cargo. Durante todos estos años, mi equipo y quien suscribe hemos soportado calumnias y falsedades que no contestamos, pues ni es nuestro estilo rebajarnos al agravio como modo de dirimir controversias, como así tampoco quisimos dificultar la labor de quienes estaban trabajando; en especial, la Justicia”, escribió.

“Esta sentencia identifica con claridad al responsable, del mismo modo que lo hicieron con anterioridad las sentencias del concurso”, subrayó Salinas en X.

“Si bien podrían existir instancias posteriores, continuaremos respetando en silencio cada una de esas etapas, como lo hemos hecho hasta ahora. Esto significa, que no haremos pronunciamientos adicionales al presente, por este medio, ni por ningún otro”, atajó.

“Hoy, retirado de la vida política, solo me queda expresar que siempre y en toda circunstancia procuramos servir a nuestro país y su gente. Nunca prevaleció en nuestras decisiones, sentimiento alguno respecto a los involucrados. Primó, en cambio, un profundo sentido del deber, cumplir las leyes, proteger al sistema sanitario y a la administración pública”, concluyó.