“El cuerpo de Valentina Ferraz no pudo hablar”: quedó en libertad el único detenido

El 12 de mayo de 2022, la joven tacuaremboense Valentina Ferraz desapareció de la faz de la tierra. La búsqueda policial empezó en forma algo tardía, ya que la menor sufría consumo problemático de drogas y en más de una ocasión se había ausentado de su casa para regresar luego. De hecho, en algún momento de su corta vida estuvo tutelada por INAU.

El 5 de junio, un trabajador rural encontró restos humanos en una cañada en el paraje Los Molles, cerca de la ciudad de Tacuarembó. Se trataba del cuerpo desmembrado de una persona de sexo femenino, que a la postre se supo que pertenecía a Valentina Ferraz.

En aquel momento se produjeron varios allanamientos y detenciones, pero finalmente solo una persona quedó tras las rejas. Se trata de Federico Fontes, a quien se formalizó en un primer momento por un presunto delito de coautoría. Con el paso de los meses y los avances de la investigación, la imputación sería modificada.

En audiencia celebrada ayer en la ciudad de Tacuarembó, la Justicia condenó a Fontes por un delito de encubrimiento, y le impuso una pena de un año y medio en régimen de libertad a prueba. El reo estaba en prisión desde el momento de su arresto, y tras la audiencia recuperó la libertad.

Irena Penza, fiscal que llevó adelante la causa, explicó en declaraciones al periodista Marcos Pereira, de Radio Tacuarembó, el camino judicial que llevó a esa condena y por qué hasta el momento no hay nadie condenado —o siquiera señalado— por la muerte de la adolescente.

La funcionaria explicó que “la investigación llevó un año y medio”, tiempo en el que se hicieron “numerosas diligencias”, que no bastaron para resolver el caso.

“Lamentablemente, con el estado en el que se encontró el cuerpo de la víctima no fue posible desde el punto de vista forense establecer siquiera la causa de la muerte. Ya desde ahí se partió de una importante dificultad probatoria”, manifestó la fiscal, quien agregó que “dentro del cúmulo de evidencias no hubo un alcance suficiente para imputarle responsabilidad penal por la autoría o coautoría del homicidio”.

Penza explicó que durante las investigaciones el ahora condenado admitió que fue el último que vio con vida a Ferraz, que sabía que estaba muerta desde su desaparición y conocía el lugar donde estaba el cuerpo. En su declaración, Fontes “mencionó a muchas personas y hechos”, informaciones que fueron “diligenciadas objetivamente”, pero que no permitieron mayores avances.

“El cuerpo de Valentina no pudo hablar”, fueron las palabras que la fiscal dijo ayer a los deudos de la joven y repitió luego a la citada emisora. “Fue silenciado por el paso del tiempo, la descomposición y la falta de algunas partes”, prosiguió Penza, quien recordó que el cuerpo fue hallado desmembrado e incompleto.

La fiscal subrayó que si bien ahora en el caso queda cerrado el capítulo referente a Federico Fontes, la causa por la muerte de Valentina Ferraz sigue abierta, ya que “siempre pueden aparecer nuevas informaciones” que permitan avanzar.

“Al día de hoy, y con los medios con los que cuenta el Estado uruguayo para estas investigaciones tan complejas, no se logró la obtención de evidencias contundentes”, concluyó la fiscal.