Una de las grandes novelas que se desató en las últimas semanas involucra a Maximiliano Silvera, delantero que está cerrando su ciclo en Peñarol el próximo 31 de diciembre y que tiene como principal destino para valorar al tradicional rival: Nacional.

Pero no es una historia reciente, sino que tuvo su inicio antes de las finales de la Liga AUF Uruguaya, cuando a tiendas tricolores, a través de contactos empresariales, llegó la noticia de que el delantero no estaba cómodo en Peñarol.

Según informaron a FútbolUy desde fuentes cercanas al jugador, el nueve aurinegro, que tenía el respaldo total de Diego Aguirre, venía negociando una mejora salarial sustantiva por la importancia que tenía su labor deportiva en el club y el valor agregado que le daba el entrenador.

Pero estos reclamos, que se iniciaron a principio de año, no tuvieron un aval de la dirigencia, que si bien escuchó al futbolista, nunca accedió a su propuesta de incremento económico, dejando pasar los meses y, con una renovación contractual pendiente de acuerdo, su permanencia en el club comenzó a complicarse.

Los albos, apenas enterados de la situación, se contactaron con allegados al futbolista y comenzaron a trabajar una oferta económica superadora que comenzó a ganar el interés del goleador.

Con la derrota en las finales de Peñarol y el título en las vitrinas tricolores, Silvera, de 28 años, ya con una oferta de renovación de los carboneros que consideró insuficiente, decidió decir basta y alejarse del club, algo que informó en sus redes sociales.

“Mis ganas de renovar estuvieron presentes durante todo el año, sumando a la insistencia del director técnico de contar conmigo para el proyecto de 2026. Sin embargo, no obtuve respuestas favorables de parte de las autoridades. Después de las finales, tuvimos otra instancia de negociación, donde no vi reflejadas las promesas mencionadas; sentí que este esfuerzo fue unilateral”, explicó en un comunicado en el cual dio por cerrado su camino en los aurinegros.

En tres colores

Todo esto terminó siendo visto como un paso adelante de los tricolores, ya que las charlas entre ambas partes comenzaron a encontrar puntos de acuerdo económicos y deportivos.  

“Tiene prestaciones que se complementan mucho con los futbolistas que ya tenemos en el club, por eso es la idea de ir a buscarlo”, dijo Sebastián Eguren, manager deportivo, al ser consultado sobre el jugador.

“Le manifesté todo lo que le pude aportar a Nacional: se desmarca increíblemente, ayuda en la fase defensiva de una manera impresionante, cabecea muy bien, finaliza muy bien”, agregó en Sport 8.90 AM.

Jadson Viera dio el visto bueno y su idea es utilizarlo como extremo por derecha, cumpliendo una función similar a la de Agustín Anello en su anterior pasaje en Boston River, un delantero centro volcado a la banda izquierda en ese caso.

Con Maximiliano Gómez como nueve, la idea es capitalizar con Silvera todo lo que pueda generar el formado en Defensor Sporting, un ariete muy eficaz a la hora de pivotear y generar distracciones defensivas.

Para eso, el club tricolor le hizo un ofrecimiento formal al atacante con tres años de contrato y un salario importante, acorde a lo que pretendía ganar en Peñarol y no consiguió.

Ese fue el punto de cierre de una negociación que ahora espera por el final feliz y para eso Maximiliano Silvera tiene que dar el sí, ya que la pelota está en su cancha. Nacional espera, lo quiere y ya hizo el esfuerzo; el delantero tiene la posibilidad de hacer un gol que sacuda los mercados, pero para saber el final de esta novela, habrá que esperar unos días más.