Los fundadores de República Ganadera, Nicolás Jasidakis y Mauro Mussio, declararon ante el fiscal de Delitos Económicos de 1° Turno, Alejandro Machado. Los empresarios estaban al frente del “fondo ganadero” que dejó alrededor de 1.400 damnificados y un pasivo de US$ 95 millones.
Tras cambios en el fiscal que lidera las indagatorias, Mussio y Jasidakis prestaron testimonio por primera vez ante Machado. Ya van más de 15 personas que brindaron su declaración ante las autoridades, en la antesala de que el Ministerio Público pueda pedir la formalización de la investigación.
En la instancia de este martes participaron los tres integrantes del equipo fiscal y dos abogados por parte de los damnificados, Juan Pablo Decia y Fernando Posadas. En tanto, en representación de los denunciados estuvo el penalista Eduardo Sasson.
Al comienzo de la audiencia, la defensa de los acusados indicó que no iban a responder preguntas de los abogados de los denunciantes. Ante esto, Decia y Posadas decidieron irse de la instancia porque no tenía ningún sentido, dado que la negativa también alcanzaba a consultas aclaratorias sobre los dichos de los empresarios.
Con respecto a la declaración de los acusados, según pudo reconstruir Montevideo Portal, explicaron que desde que fundaron República Ganadera tenían un negocio con relativo éxito que se componía de: ganado gordo, alto índice de preñez y baja cantidad de mortandad.
A partir de 2021, los números de República Ganadera comenzaron a ser negativos a causa de la sequía que afectó a Uruguay. Mussio y Jasidakis explicaron que la mortandad del ganado aumentó significativamente y los costos de producción permanecieron al alza.
Si bien los nuevos inversores tenían ganado a su nombre, la cantidad de reses a nombre de los más antiguos mermó. Con este escenario, en diciembre de 2023, Jasidakis y Mussio contaron que comenzaron a contemplar la idea de cerrar el “fondo ganadero” y retirarse del mercado tras saldar la deuda con los inversores.
Sin embargo, entendieron que esto “iba a ser un desastre” por lo que plantearon un modelo de negocio que les permitiera recomponer el stock de ganado a través de la compra de vacas preñadas.
Antes de mediados de 2024 surgieron las primeras denuncias en contra del Grupo Larrarte, la primera empresa del sector en caer, dirigida por Jairo Larrarte. Esto, al decir de los empresarios, fue como una especie de tiro de gracia.
Según explicaron Jasidakis y Mussio ante el fiscal Machado, muchos de los inversores les pedían que les devolvieran el dinero invertido y tampoco renovaron los contratos, muchos de los que se vencieron en 2024.
A mediados de 2024, en el intento de comprar más ganado, los cheques que República Ganadera dio a los escritorios rurales comenzaron a rebotar. El ganado propiedad de los inversores terminó como forma de pago y esto se filtró públicamente.
Jasidakis y Mussio explicaron que eso fue lo último que sucedió antes de que decidieran declararse en concurso de acreedores.
La reunión con Basso antes de su muerte
Desde que República Ganadera cayó, a fines de 2024, los rumores de que Conexión Ganadera iba a “absorber” los contratos de la empresa eran públicos en el mundo del sector agropecuario.
Jasidakis y Mussio abordaron este tema y confirmaron que mantuvieron una reunión con el fundador de Conexión Ganadera, Gustavo Basso. Ese encuentro fue positivo porque el productor les habló de una especie de “salvataje” para la situación de República Ganadera, según especificaron abogados de los damnificados tras la audiencia.
Sin embargo, esto nunca se concretó porque en noviembre de 2024 Basso se quitó la vida tras chocar su Tesla con una máquina vial apostada sobre ruta 5. Esto, además de la imposibilidad del “salvataje” de Mussio y Jasidakis, marcó el comienzo de la caída de Conexión Ganadera.