Oscar Ustari fue una de las contrataciones más importantes del período de pases del fútbol uruguayo de cara al segundo semestre, y terminó pagando con creces y dándole la razón al entrenador Paulo Pezzolano, quien mucho insistió por sumarlo al plantel de Liverpool.

Antes de la final ante River Plate, el arquero argentino tomó la voz de mando pese a no llevar el brazalete (el capitán es el juvenil Nicolás Acevedo) y dio una última arenga invitando a sus compañeros a quedar en la historia de la institución. Y así lo hicieron, logrando el primer título oficial de la historia negriazul.

Ustari no sólo tapó un par de pelotas de gol importantes en el segundo tiempo cuando su equipo ganaba 1-0, sino que además contuvo el sexto penal de los darseneros, ejecutado por Sebastián Píriz. Con esa atajada se desató el festejo del cuadro de Belvedere.