Progreso le ganó a Miramar Misiones 3-2 como local en el estadio Abraham Paladino por la sexta fecha del Torneo Clausura y salió de la zona de descenso, en la que ahora están los cebritas por debajo de Plaza Colonia y por encima de River Plate.

El encuentro, caldeado por lo que había en juego y vibrante hasta el último segundo por cómo se dio el trámite, terminó con algunos incidentes detrás de uno de los arcos, aunque el foco de violencia no pasó a mayores y tanto jugadores como hinchas se retiraron con normalidad.

El hecho empezó con un insulto racista desde la tribuna de Progreso al arquero cebrita, Juan Moreno. El guardameta colombiano reaccionó, señaló a quien lo insultó y fue a increpar a ese sector, desde la cancha, lo que generó el enojo de los fanáticos locales.

Hubo corridas, empujones y hasta acciones difíciles de entender desde la física, como la pretensión de dar un golpe con un tejido en el medio. Más allá del tumulto, hubo más gente para separar que para pelearse y la seguridad intervino rápido.

Horas después, Progreso emitió un comunicado de repudio ante lo ocurrido.